Desde que el Gobierno dio detalles del prospecto enviado a los Estados Unidos para su aprobación, los activos financieros muestran fuertes alzas. En especial los títulos públicos, muchos de los cuales se encuentran en niveles record. El boom bursátil y la calma financiera, con tasas de interés deprimidas, presiona al dólar hacia la baja obligando al Banco Central a intervenciones cada vez más importantes: ayer compró 35 millones de dólares para mantener el actual nivel del tipo de cambio. El dólar cerró a 2,97 pesos para la venta en las casas de cambio.
En las últimas semanas, el Central aumentó sus compras de 29 a 35 millones de dólares diarios. El incremento del volumen se explica por el ingreso de divisas desde el exterior que buscan aprovechar el rally alcista de acciones y bonos.
Ayer, los títulos públicos emitidos tras la devaluación subieron hasta 2,2 por ciento, como fue el caso del Boden 2012. En tanto, el Boden 2013 avanzó 1,6 por ciento. Por su parte, los bonos en default registraron alzas de entre 1,9 (Global 2008) y 4,2 por ciento (Global 2017). De esta manera, esos títulos ya se sitúan en valores más altos que los reconocidos por Economía para el canje. De acuerdo con las estimaciones de algunas consultoras de la city, el Gobierno rescataría los títulos a un promedio de 32 dólares, por debajo de los 33 dólares que ayer valían un Global 2017 o los 33,10 de un Global 2031. Sobre la cuestión en la city coexistían dos interpretaciones: por un lado, que algunos corredores apuestan a que el Gobierno volverá a mejorar la oferta para salir del default. Por el otro, que a los inversores no les importa pagar más caro los Globales, ya que los cambiarán por nuevos bonos que subirán de precio no bien sean lanzados, una vez que termine el canje y tengan oferta pública en la Bolsa. En este contexto, ayer se negociaron 99 millones de pesos en títulos.
Las acciones también mejoraron. El índice MerVal subió 1 por ciento y sobrepasó los 1300 puntos (quedó en 1302). En la city creen que los papeles seguirán avanzando, montados en la ola optimista de los operadores.