El acuerdo con el gobierno chino contempla inversiones por 6000 millones de dólares para la construcción de 300.000 viviendas populares en un plazo de cinco años, a razón de 20.000 dólares cada una. Las empresas que asumieron el compromiso son New World y China Construction, que a su vez seleccionarán a otras compañías chinas para la realización de las obras. Así quedó establecido en la carta de intención que firmaron ayer, y que por el gobierno argentino suscribió Julio De Vido.
El Ministerio de Planificación decidirá los lugares en los que se levantarán las viviendas y, lo más importante, aportará los terrenos. También diseñará los prototipos de las casas y elegirá constructoras locales para que participen de los proyectos.
El secretario de Obras Públicas, José López, admitió a fines de mayo que el déficit habitacional en todo el país es “de 2 millones de viviendas” y señaló que anualmente “se crea una necesidad de 120.000 unidades que no llegan a construirse”. El funcionario brindó los datos durante su participación en el Cuarto Foro Internacional de la Vivienda, adonde reveló que los planes del Gobierno para este año eran levantar unas 50.000 casas.