ECONOMíA
› EL EQUIPO ECONOMICO FESTEJO EL FALLO DEL JUEZ THOMAS GRIESA
“La vía judicial no es una salida”
Luego del fallo, la presentación en Buenos Aires fue postergada. La documentación del canje ya está en Italia. Y los hombres de Lavagna ya viajaron a Nueva York para preparar el road show.
› Por Marcelo Zlotogwiazda
“El fallo del juez (Thomas) Griesa puso en evidencia una vez más que la vía judicial no es una salida para los tenedores de títulos en default, que es precisamente uno de los ejes centrales que vamos a enfatizar durante el road show que estamos por comenzar”, señaló a este diario uno de los funcionarios de Economía que tendrá a cargo a partir de la semana próxima la tarea de convencer a la mayor cantidad de bonistas defolteados de la conveniencia de aceptar la oferta de canje que les hará el gobierno argentino. El funcionario se refería a la decisión que el juez neoyorquino tomó el martes pasado rechazando dos presentaciones para que frenara todo el proceso de reestructuración de deuda.
Ahora que quedó descartado ese peligro, un pequeño grupo de funcionarios de Economía viajó anoche a Nueva York para iniciar la tercera y última etapa del trámite de aprobación ante la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC, en su sigla inglesa). Las primeras dos fueron la apertura del trámite general y la presentación del prospecto de canje, que en ambos casos ya fueron aprobadas por la SEC. La tercera es la llamada Recent developments (acontecimientos recientes), donde se informan las últimas novedades políticas y macroeconómicas y se completan datos pendientes del prospecto. El documento con los recent developments que gente del equipo del secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, estará presentando hoy ante la SEC, incluye por ejemplo el reemplazo de Alfonso Prat Gay por Martín Redrado, el avance de la aprobación del Presupuesto 2005 en el Congreso y, en cuanto a información faltante del prospecto, se completa la identificación de quién será el agente de información de la operación de canje (Georgisson) y la elección del Bank of New York como agente de cambio y trustee. Confían en que ese trámite formal sea aprobado a más tardar el lunes próximo.
No es ésa la razón, de todas maneras, por la cual el road show que en principio iba a comenzar mañana con una presentación en la Bolsa de Comercio porteña fue postergado por lo menos una semana. La causa del corrimiento es que la semana que viene se festeja en Estados Unidos el Día de Acción de Gracias, lo que virtualmente paraliza buena parte de la actividad financiera, ya que por costumbre mucha gente aprovecha el feriado para tomarse unas minivacaciones. “Pensábamos empezar este viernes (por mañana), pero nos dimos cuenta de que no podíamos largar el road show y enseguida tener que interrumpirlo. El road show es como una campaña publicitaria, que una vez largada hay que mantener activa, con continuidad y bien caliente”, ilustró la fuente consultada.
La campaña publicitaria, que después del lanzamiento en Buenos Aires hará una primera escala en Nueva York para saltar enseguida a Boston, a Londres y a alguna ciudad de la costa oeste de los Estados Unidos, tendrá una “idea fuerza”, tal el concepto usado por uno de los que la ejecutará: “La idea fuerza es convencer a los bonistas de que les conviene entrar al canje porque es la única alternativa que tendrán a disposición, ya que la vía judicial no existe, tal como quedó demostrado una vez más con el fallo de Griesa”.
Además de machacar esa idea global con sutileza diplomática, los elementos principales de la campaña de promoción del canje serán el premio por crecimiento que tendrán los nuevos bonos y las dos cláusulas de recompra que están previstas: una con los fondos sobrantes que estaban destinados a pagar a bonistas que se automarginen y la segunda, con un monto equivalente al premio por crecimiento que eventualmente resulte si la economía se expande por encima de una tendencia que en promedio fue establecida en un 3 por ciento anual. La recompra de títulos será mostrada como un futuro apuntalamiento en la cotización de éstos.
La fecha prevista para comenzar la operación de canje sigue siendo el 29 de noviembre. Para entonces, también tendrían que estar aprobados el resto de los trámites que se iniciaron en otras comisiones de Valores. Descartan que haya algún problema con la de Luxemburgo (es la que habilita el canje en Inglaterra, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Suiza y España) y tienen sólo un muy leve temor con la de Alemania y con la de Japón.
Donde sí puede haber algún tropiezo serio es en Italia.
–¿Qué pasa si no llega la aprobación italiana antes del 29? –preguntó Página/12.
–Empezamos igual. Pasará a ser un problema de las autoridades italianas explicarles a los tenedores de ese país que quedan afuera del canje –prepoteó el funcionario.
El prospecto fue presentado a las autoridades italianas el pasado 9 de noviembre, fecha a partir de la cual comenzaron a correr los 30 días de plazo con que cuenta la Consob (organismo equivalente a la SEC estadounidense) para analizar el asunto. Lo que ocurre es que, si la Consob se toma todo el tiempo disponible, dificultaría la participación de los italianos que pretenden canjear sus títulos defolteados de una cierta manera. El diario italiano Il Sole 24 Ore advirtió ayer que, si bien el canje está abierto hasta el 21 de enero, hay un período que vence el 20 de diciembre para que los bonistas pidan hasta un máximo de 40.000 euros de los nuevos Bonos Par a emitir, que se estima serán muy solicitados. Por lo tanto, y teniendo en cuenta los fines de semana, si el prospecto se aprueba el 9 de diciembre, sólo quedaría un puñado de días hábiles para optar por esta alternativa.
El resultado de lo que globalmente será la operación de canje de bonos más grande de la historia se sabrá recién el 21 de enero. En Economía siguen considerando que por encima del 60 por ciento de aceptación “hay que hablar de éxito”. Claro que una operación de canje exitosa está muy lejos de significar que el problema de la deuda haya quedado resuelto. Y en esto último coincide hasta la propia gente de Roberto Lavagna.