ECONOMíA
Ni las carabelas olvidaron llevarse
Anticipándose a la crisis, las empresas españolas se llevaron de la Argentina 4600 millones de dólares en 2001.
› Por Julio Nudler
“Lo que más llama la atención es el incremento del pago de dividendos. En un ejercicio tan difícil como 2001 se multiplicó por 3,8, con lo que las filiales de las grandes empresas españolas repartieron unos 2600 millones de euros a sus accionistas (2311 millones de dólares).” Este es uno de los impactantes párrafos de una nota publicada ayer por el periódico madrileño de negocios 5Días, en la que se indica que “las grandes empresas españolas presentes en Argentina utilizaron el año pasado todos los recursos para minimizar el impacto de la inminente crisis”, repatriando 5200 millones de euros (4622 millones de dólares). Las empresas que más dinero se llevaron fueron Repsol YPF, Telefónica y la eléctrica Endesa, aunque también redujeron su exposición los bancos Santander (SCH) y Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA).
Muchos españoles que, conmovidos por el drama social del país que los alimentó en la posguerra y por la penuria de sus parientes emigrados a la Argentina, han efectuado donaciones para acudir en auxilio, ahora se enteran de que varias de sus mayores empresas contribuyeron a acelerar la debacle del país, vaciando sus reservas. Entretanto, José Juan Ruiz, economista jefe del Santander, escribe en el diario El País, también de Madrid, que “no hay maldición latinoamericana. El mercado dice que el 80 por ciento de la región está más cerca de zafarse que de contagiarse de la homérica tragedia argentina”.
Ruiz, quien en su momento se expresaba con llamativo optimismo respecto de la Argentina, ahora asegura que ésta ha sido persistente en el fracaso durante los últimos 30 años, y además advierte que “hablar de Latinoamérica es darnos un tiro en los pies”, porque “lo que existen son países, no una categoría económica llamada Latinoamérica”. En una palabra, los negocios del Santander en países como Brasil y otros de la región -salvo la Argentina– no deben verse como un error estratégico, y, segundo, queda claro que en la Argentina –Banco Río– no van a poner un centavo más, para devolver depósitos, por ejemplo. Precisamente del Río fueron succionados fondos mediante la multiplicación por más de seis de la remuneración a los accionistas españoles con el reparto de dos dividendos más una devolución de capital.
Según describe 5Días, la extracción de fondos fue consumada por las firmas hispanas, en partes casi iguales, mediante la repatriación de dividendos y la venta de activos. Aunque algunos desprendimientos estaban previstos de antemano, o fueron forzados por exigencias regulatorias -como la venta de Edenor por Endesa o la de estaciones de servicio Eg3 por Repsol–, “también recibieron un nuevo impulso con el fin de reducir el riesgo en Argentina ante la inminencia de la crisis”, resalta el periódico hispano.
Este destaca un hecho que ya provocó escándalo en la Argentina: que el 29 de noviembre, en la víspera de imponerse el corralito, “el directorio (de YPF) aprobó la distribución de un dividendo anticipado de 787 millones de dólares”, según consta en la memoria anual de YPF. “Esta remuneración a los accionistas –añade el diario– elevó los dividendos repartidos durante 2001 a 1652 millones de dólares, frente a 317 millones de 2000, siempre según el informe de auditoría.” Ante la consulta de los redactores de la nota, Repsol rehusó explicar las razones de esa subida, que contrasta con el recorte del 58 por ciento en el dividendo pagado por la matriz Repsol YPF. Además, entre otras operaciones preventivas, YPF formalizó en diciembre de 2001 un contrato de venta de petróleo a largo plazo que permitió cobrar por anticipado 400 millones de dólares.
Telefónica, por su lado, distribuyó el año pasado 300 millones de dólares en dividendos, y además redujo su riesgo en Argentina con la venta de su participación del 35,9 por ciento en Cablevisión por mil millones de dólares. Se destaca que, a pesar de las alertas dadas por la auditora Andersen sobre la solvencia de Telefónica Argentina, ésta pagó durante 2001 el doble de dividendos que el año previo. Mientras tanto, RodrigoRato, ministro de Economía español, suma su voz al coro de quienes exigen, en tono admonitorio, más ajuste a la Argentina.