Si quedara librada a las fuerzas del mercado, sin administración alguna por parte de los Estados, la relación comercial entre Argentina y China profundizaría, con su nuevo status, los patrones de especialización de uno y otro país. La economía argentina exportará cada vez más productos primarios (agrícolas, energéticos) y agroindustriales, e importará cada vez más manufacturas con alto valor agregado. Un estudio reciente del Centro de Economía Internacional (CEI), dependiente de Cancillería, confirma que esta división del trabajo ya ha venido funcionado en los últimos años. Sería ridículo que Argentina no aprovechara sus “ventajas comparativas” a la hora de exportar al gigante asiático. Pero en algún momento habrá que pensar en un modelo de desarrollo económico para las próximas décadas diferente al de fines del siglo XIX.
Entre 2001 y 2003, el 56 por ciento de las exportaciones a China fueron productos agrícolas. En cambio, el 42 por ciento de las importaciones provenientes de ese destino fueron “máquinas, material de transporte y aparatos eléctricos”.
Explorando en los registros aduaneros, surge que el principal producto de exportación argentino son “porotos de soja”, sin ninguna clase de elaboración. El segundo, “aceites”, destinados al consumo humano y como alimento de ganado porcino. Esos dos rubros por sí solos explican el 82 por ciento de las ventas a aquel destino. Después vienen petróleo crudo, cueros bovinos, cueros equinos y lanas.
Los principales rubros de importación de origen chino han aumentado notablemente sus niveles de compra en el último año y medio: máquinas y aparatos (+ 140 por ciento) y productos químicos orgánicos (+65 por ciento). Pero el mayor salto de importaciones desde ese mercado en lo que va del año se observa en “vehículos automóviles” (398 por ciento, aunque desde niveles muy bajos), una compra que podría potenciarse con el proyecto de Franco Macri, de vender un auto barato fabricado en China.
Otros productos made in China con mucho dinamismo en el mercado local son: juguetes (acaparan el 77 por ciento del total de impo del sector), radios con grabador (23 por ciento del total de compras sectorial), motocicletas (20 por ciento) y calzado (14 por ciento).
El informe del CEI identifica los sectores agrícolas y agroindustriales como los de mayor potencialidad para ganar mercados en China. Y los protocolos comerciales firmados por el gobierno de Kirchner apuntan a levantar las barreras fitosanitarias y cuotas que Beijing solía imponer en esas áreas.
Del otro lado, China potenciará la exportación de los 20 productos que más vende en Argentina, “todos corresponden a manufacturas industriales, destacándose máquinas y aparatos mecánicos y eléctricos, manufacturas de plástico y de caucho y algunos químicos”. Pero también buscará introducir otras manufacturas que todavía no han llegado a estas tierras: desde medicamentos hasta barcos.