Roberto Lavagna corregirá al alza la pauta de crecimiento económico de este año. En lugar de 7 por ciento, como dijo hasta ahora, el ministro estimará una expansión del Producto superior al 8 por ciento. Distintas consultoras de la city creen que el PIB de 2004 crecerá 8,2/8,3 por ciento. Así quedó en evidencia luego de que el Ministerio de Economía informara ayer que la actividad económica del trimestre julio-septiembre fue superior en un 2,7 por ciento a la del trimestre anterior, la mayor expansión en lo que va del año. En la comparación enero-septiembre de este año con similar período de 2003, el crecimiento resultó del 8,6 por ciento.
Los últimos datos de la economía sorprendieron al propio equipo económico. En el segundo trimestre, el PIB había crecido tan sólo el 0,5 por ciento. “Quedó demostrado que la desaceleración entre abril y junio fue puramente coyuntural y no tenía nada que ver con un freno, como dejaron trascender algunas consultoras”, dijo a Página/12 Sebastián Katz, subsecretario de Programación Económica.
Si bien el funcionario se resistió a revisar la estimación de crecimiento para este año y mantuvo la proyección del 7 por ciento, lo cierto es que Lavagna rectificará esa meta antes de que termine el año. Aunque resulte paradójico que un ministro se resista a mostrar una expansión mayor a la esperada, Lavagna es muy celoso de esas revisiones, ya que no quiere tentar a los acreedores a que reclamen una mejora por la deuda.
El informe divulgado por el Palacio de Hacienda, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), dio cuenta de que la economía ya recuperó todo lo que había perdido con la explosión de la convertibilidad. El índice se encuentra en 119,3 puntos, contra un promedio de 117 puntos del año 2000. Para ubicar un rango similar al actual, hay que rastrear hasta noviembre de 1999. En aquel momento, la economía ya había ingresado en la etapa recesiva.
De acuerdo con las previsiones de algunas consultoras de la city, la economía volverá a los niveles precrisis hacia mediados del próximo año. Recién entonces la actividad será comparable con la de siete años antes. En junio de 1998, el EMAE se encontraba apenas 3,9 por ciento por encima del nivel actual.
La visión del Gobierno es que la desaceleración del segundo trimestre se produjo por culpa de la crisis energética y porque, en vista de ese problema, las empresas habían trabajado de más en la primera parte del año. Superados los inconvenientes, al menos hasta el año próximo, la fuerte recuperación del tercer trimestre se debió a una serie de factores. Así los describieron en Economía:
- El crecimiento ya no depende sólo de la industria o de la construcción, como al comienzo de la recuperación económica. Ahora acompañan otros sectores, como el de servicios.
- Y dentro de este sector, el rubro financiero. Por primera vez desde la crisis, la actividad de los bancos registró una variación interanual positiva, del 1,5 por ciento en septiembre. El cambio de tendencia está relacionado con la reactivación del crédito.
- El sector comercial también aporta. Se nota un fuerte aumento del consumo, que está en línea con la expansión de la economía. “No es cierto que haya una desaceleración. Cuando vemos una caída en las ventas de los supermercados, aumenta la demanda en los otros canales”, expresó Katz. También se nota un impulso notable en el rubro turismo.
- En el sector productivo, es destacable el comportamiento de las pymes. Y se evidencian distintos planes de inversión de parte de grandes empresas.
- A diferencia del segundo trimestre, en el tercero dejó de operar el efecto negativo de la cosecha de soja, que fue peor a la de 2003.
Manuel Sánchez Gómez, de la consultora MVA Macroeconomía, estimó que por el “efecto arrastre”, el crecimiento del año próximo arranca en un pisodel 2,8 por ciento. “Muy probablemente superemos el 5 por ciento”, dijo a este diario.