ECONOMíA
› MACHINEA EVALUA EL CRECIMIENTO LATINOAMERICANO
Más producto, igual de pobres
José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Cepal, celebró ayer que las economías latinoamericanas crecieran durante el presente año “muy por encima de nuestras proyecciones; es una muy buena noticia para todos”. A diferencia de cuando era ministro de Economía argentino, ahora sus errores de cálculo son auspiciosos. Venezuela encabezará este año el ranking de crecimiento con un 18 por ciento, según la proyección de la Cepal, seguido por Uruguay con un 12 por ciento y Argentina con un 8,2. Por segunda vez en 20 años, las seis principales economías de la región crecen simultáneamente más del tres por ciento en el año.
El crecimiento per cápita, de acuerdo con estas estimaciones, rondará el cuatro por ciento en este 2004, no obstante lo cual la pobreza y la indigencia continúan siendo dos flagelos difíciles de doblegar. La cantidad de indigentes en toda Latinoamérica y el Caribe estará en el orden de los 96 millones de habitantes, 4 millones menos que en 2003. Pero el número de pobres no indigentes permanecerá en los mismos niveles que durante el año pasado: 126 millones. En total, la cantidad de pobres en la región se eleva a 222 millones de personas, siendo junto con las cifras de 2003 (226 millones) los dos niveles más elevados de la historia. Según explicó Machinea, junto al crecimiento aumentó la cantidad de puestos de trabajo en la región, pero “no fueron suficientes para absorber la mayor demanda de empleo” por parte de nuevos trabajadores o los que volvieron al mercado de trabajo buscando reinsertarse.
Conforme a la caracterización de la Cepal, Estados Unidos y China han sido los principales motores del crecimiento mundial y del comercio internacional durante este año. Esto promovió la valorización de los productos básicos (materias primas), en particular el petróleo y los metales. Dicho aumento benefició en general a América del Sur, en su carácter de exportadora de los mismos (en particular a la Comunidad Andina de Naciones), pero perjudicó a Centroamérica y el Caribe, regiones dependientes del abastecimiento externo de ellos.
Como consecuencia de dichas variaciones, los precios de las exportaciones de América latina y el Caribe mejoraron en promedio en un 10,5 por ciento con respecto al año anterior, en tanto que los precios de importación se incrementaron en un 4,7 por ciento. La conclusión es que los términos de intercambio (relación entre ambos) mejoraron para la región en un 5,6 por ciento en relación con 2003. Por sí sólo, el petróleo explica poco más de la mitad de dicha mejora.
Detrás de los tres países con mayor crecimiento en el año (mencionados más arriba), se ubicaron Ecuador, con el 6,3 por ciento; Panamá, con el 6; Chile, con el 5,8 y Brasil con un aumento del PIB estimado en un 5,2 por ciento para este año. El único país que sufrió una declinación en su producto con respecto al año anterior fue Haití, con una caída del tres por ciento, debido a los efectos de la crisis política y devastador paso de los huracanes Iván y Jeanne a mediados de año.
De acuerdo con el pronóstico para 2005 de la Cepal, transmitido por Machinea ayer en la presentación de los resultados del “Balance de las economías latinoamericanas 2004”, la región volverá a tener un buen año, “aunque no tan bueno como lo fue éste”. La región se vería afectada en 2005 por un escenario internacional positivo, pero menos favorable que este año, debido a la probable desaceleración de la economía estadounidense y los factores recesivos e inflacionarios provocados por el alto precio del petróleo, estimó la Cepal.