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SE LARGO UNA DIFICIL CUMBRE DEL MERCOSUR EN BELO HORIZONTE
Día de palabras para aliviar tensiones
Ayer comenzó en Belo Horizonte la XXVII reunión del Consejo del Mercado Común del Mercosur, el principal organismo decisorio dentro del bloque. Y fue un día inundado de declaraciones tendientes a descomprimir la tensión del último conflicto comercial que estalló entre Argentina y Brasil. “Los países que tienen relaciones intensas siempre tienen problemas”, dijo el canciller brasileño, Celso Amorim, buscando quitar dramatismo a los cortocircuitos registrados durante los últimos meses. Pero insistió en defender la negativa de Brasilia a aceptar la aplicación de salvaguardas para proteger a “sectores sensibles”, como propuso en su momento Roberto Lavagna.
“Estamos viviendo uno de los momentos de mayor sinceramiento que permiten grandes coincidencias estratégicas y la voluntad política de Brasil y Argentina”, aseguró, por su parte, el subsecretario de Integración Económica para América y el Mercosur, Eduardo Sigal. La relación con Brasil atraviesa una etapa de “discusiones francas” y de “defensa digna” de los intereses argentinos con el objetivo de consolidar el desarrollo productivo del país, resumió Sigal. Desde Berlín, en tanto, el canciller Rafael Bielsa llamó a establecer con Brasil una “integración con cadenas de valor” de las industrias de ambos países, en un “Mercosur unido”.
El plenario del Mercosur, del que participan los ministros de Economía y cancilleres de los países miembros, se largó sin Lavagna y sin Bielsa. Mientras el ministro de Economía confirmó que llegará hoy a la cumbre a bordo del avión que trae al presidente Néstor Kir-chner, ya sobre el final de las sesiones del Consejo del Mercado Común, Bielsa hará lo propio con cierta demora tras concluir su gira por Estados Unidos y Europa.
“Hemos tratado de solucionar los problemas de Brasil y Argentina de una manera inteligente, que permita que sigamos avanzando en el proceso de integración”, afirmó Celso Amorim al participar en Belo Horizonte de la apertura del primer Foro Empresarial del Mercosur. El Foro forma parte de las actividades previas al encuentro de presidentes del Mercosur que se llevará a cabo desde mañana en Ouro Preto, del que participarán, obviamente, el presidente Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva.
El canciller brasileño reconoció que las diferencias con Argentina se deben a que “las asimetrías en este momento favorecen más a Brasil”. Pero recordó que “hubo un momento en que también favorecieron a la Argentina”.
Como informó Página/12, en los primeros diez meses del año el déficit comercial de Argentina con Brasil supera los 1600 millones de pesos y se proyecta por encima de los 1800 millones para todo el año.
Más allá de las declaraciones diplomáticas, Amorim insistió en la imposibilidad de aplicar salvaguardas en el Mercosur para equilibrar las diferencias de desarrollos de los países, como pretende Argentina. Y si bien admitió la necesidad de establecer un período de transición, propuso “proyectos industriales comunes” con participación de los sectores empresarios. “Mucho mejor es pensar en un proyecto industrial común antes que pensar en proteger nuestros mercados. Tenemos que procurar soluciones inspiradas muchas veces con los propios empresarios”, sostuvo el funcionario.
El martes, Mario Mugnani, secretario de la Cámara de Comercio Exterior (Camex), un organismo integrado por varios ministerios brasileños, había deslizado que Brasil podría instrumentar medidas de salvaguardas en favor de determinados productos afectados por las importaciones provenientes de Argentina, como ser trigo, ajo, cebolla, vinos y arroz. Sin embargo, horas después, el principal negociador brasileño del Mercosur, Luiz Filipe Macedo Soares, lo desmintió, asegurando que Brasil no estudia represalias a las salvaguardas comerciales que propone aplicar Argentina, en sectores “sensibles” como textiles, calzado y los electrodomésticos de la línea blanca.