ECONOMíA
› SE REUNEN ARGENTINA Y BRASIL POR LAS SALVAGUARDAS
Tras un improbable acuerdo
Representantes de Argentina y Brasil volverán a reunirse este martes, en Río de Janeiro, para tratar de consensuar el tratamiento al intercambio de los llamados productos sensibles, para evitar que las producciones locales se sientan afectadas por la “invasión” de la oferta del país vecino. El gobierno brasileño debería responder a la propuesta formulada el año pasado por el ministro Roberto Lavagna, que contemplaba salvaguardas y otras formas de protección para la industria argentina, en particular la de electrodomésticos.
“La presidencia pro tempore paraguaya del Mercosur ha ubicado como tema a resolver para este semestre el reclamo de Argentina de mecanismos que se disparen en forma automática en caso de alteraciones bruscas de los flujos de comercio”, señaló Eduardo Sigal, subsecretario de Integración de la Cancillería. La delegación argentina estará encabezada por Alfredo Chiaradía, secretario de Comercio Internacional, en reemplazo de Lavagna, quien posiblemente continúe con los encuentros internacionales vinculados con el canje de deuda.
Después de las duras expresiones del ministro de Industria y Comercio de Brasil, Luiz Furlan, de las últimas semanas, recomendando abandonar los esfuerzos por el Mercosur para centrarlos en un acuerdo con Estados Unidos o con la Unión Europea, creció la sensación de que la reunión en Río se encamina hacia una nueva frustración. Según confió Sigal, el gobierno brasileño estaba tratando de compatibilizar una propuesta entre los distintos ministerios. El funcionario señaló que existen “contradicciones importantes” entre las distintas carteras, aludiendo sin mencionarla a la postura rígida de Furlan contra la posición más negociadora de la cancillería, encabezada por Celso Amorim. Durante la última cumbre del Mercosur en Minas Gerais, Amorim deslizó que su país podría llegar a aceptar la inclusión de salvaguardas internas en el bloque. Ello desató la reacción de Furlan.
El pasado 10 de diciembre, representantes de ambos países se encontraron en el Palacio San Martín, en Buenos Aires, para tratar de avanzar sobre la base de la propuesta que Lavagna había elaborado en septiembre. En esa oportunidad, los brasileños pidieron más tiempo para considerarla.
El gobierno argentino, haciéndose eco del reclamo de sectores industriales, demanda algún tipo de restricción a las exportaciones brasileñas hacia Argentina de calzado, heladeras, lavarropas y cocinas, principalmente –la lista es más amplia–, por considerar que la excesiva oferta proveniente del vecino país afecta gravemente a los fabricantes argentinos. Los mecanismos de cupos acordados parecen no haber sido suficiente remedio, por lo que Economía ideó una metodología de salvaguardas automáticas para cuando los volúmenes que atraviesan la frontera sobrepasa determinado margen de mercado del país receptor. En tanto, Brasil amenazó con desatar una guerra de restricciones si Argentina aplicaba alguna forma de protección unilateralmente.