Roberto Lavagna aseguró que el gobierno argentino “no está satisfecho” con la propuesta formulada por Brasil para superar los conflictos en el comercio bilateral. “Faltan precisiones sobre todos los mecanismos que aseguren la plena vigencia del Tratado de Asunción”, expresó el ministro de Economía en su primer cruce con la prensa después del encuentro de negociaciones que tuvo lugar el martes 25 en Río. A Lavagna no sólo no lo conforma la contrapropuesta brasileña, sino tampoco las primeras conclusiones que había sacado de la reunión la delegación argentina, encabezada por Alfredo Chiaradía (Relaciones Económicas Internacionales) y Alberto Dumont (Industria). Este último renunció ayer.
Si bien el jefe del Palacio de Hacienda concedió que hubo “avances” en las discusiones, afirmó que “falta tarea por hacer, no estamos satisfechos en el punto al que se ha llegado”. Brasil respondió el martes a una propuesta formulada por Lavagna cinco meses atrás, que buscaba darle una solución institucional a los frecuentes enfrentamientos por competencia entre sectores industriales. El último se generó en torno de los productos electrodomésticos brasileños, cuya entrada al país fue denunciada como una “invasión al mercado local” por los fabricantes argentinos.
Pese a que las primeras expresiones de Chiaradía tras el encuentro de Río habían sido de complacencia con los avances logrados, el miércoles el ministro de Economía hizo pública su posición expresando sus diferencias con el documento final surgido del encuentro. “Los mecanismos propuestos no parecen cumplir con los objetivos de un comercio bilateral equilibrado”, señaló Lavagna en ese comunicado. Y ratificó que las restricciones al ingreso de productos brasileños se mantendrán hasta tanto no se fije los mecanismos que preserven ese equilibrio.
La Unión Industrial Argentina respaldó ayer, en un comunicado, la postura de Lavagna al mantener las restricciones y apoyó sus definiciones en cuanto a la necesidad de “asegurar un equilibrio estructural en el seno del Mercosur”.