El Consejo Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional analizará en los próximos días la reprogramación del pago de alrededor de 1900 millones de dólares que Argentina debe cancelar a lo largo de 2005. Así lo informó el vocero del organismo, Thomas Dawson. De confirmarse el aplazamiento, la opción más probable, los pagos pasarían a 2006. Según trascendió en Washington, no se trata de un apoyo del Fondo al país en pleno proceso de reestructuración de su deuda, sino de “una opción técnica por la que puede optar el acreedor”.
En una conferencia de prensa, al ser consultado sobre los pagos no obligatorios que debe realizar la Argentina durante 2005, Dawson sostuvo que “todo el mundo espera que eso (la reprogramación) es lo que sucederá”. Los pagos no obligatorios del país suman este año unos 1900 millones de dólares, pero el vocero del organismo se abstuvo de informar si serían reprogramados en su totalidad. Además de este monto, durante 2005 la Argentina debe realizar pagos obligatorios y no reprogramables al FMI por 2454 millones de dólares.
La postergación de los pagos no obligatorios requiere la aprobación formal, en principio, del Consejo Ejecutivo del organismo, en el que se supone están representados los 184 países miembros de la institución financiera. Fuentes del FMI afirmaron que no debe interpretarse el hecho de la posible postergación como un apoyo a la Argentina en el contexto del canje de deuda. Destacaron que según las normas del organismo, esta clase de pagos puede posponerse “cuando la posición externa del país miembro no es lo suficientemente fuerte como para poder hacer devoluciones anticipadas sin riesgos, o hay dificultades excesivas”.
Argentina ya consiguió una prórroga similar el pasado septiembre, cuando el Consejo Ejecutivo aplazó por un año amortizaciones por unos 1100 millones de dólares. Un mes antes, el Gobierno había decidido suspender, “de común acuerdo”, las negociaciones con el FMI. El objetivo fue evitar que las opiniones maximalistas del organismo interfieran con la oferta a los acreedores. Para entonces, el Fondo ya había hecho suyas las posiciones de algunas asociaciones que se atribuyen la representación de los bonistas, como el GCAB, y demandaba un porcentaje de aceptación al canje de un mínimo del 80 por ciento.
Dawson, que recordó que las negociaciones entre las partes están suspendidas, coincidió con lo afirmado por el ministro Roberto Lavagna a mediados de enero, al momento de lanzar la reestructuración. Cuando el canje finalice el 25 del corriente mes, las negociaciones entre la Argentina y el FMI serán retomadas. Dawson estimó que el diálogo comenzará en mayo. Desde la suspensión del acuerdo, el país pagó vencimientos impostergables por unos 1100 millones de dólares.