ECONOMíA
Cómo afectarán a la gente los superpoderes de Eduardo Duhalde
El futuro del corralito, los depósitos y las deudas en dólares ante una devaluación, los alquileres y contratos en dólares son algunos de los enigmas a futuro que la Ley de Emergencia comienza a develar. Todavía quedan, sin embargo, muchos puntos oscuros.
› Por David Cufré
El proyecto de ley que el Gobierno envió ayer al Congreso le concede poderes extraordinarios para modificar todas las estructuras económicas. Eduardo Duhalde asumió un compromiso político de utilizar esas facultades para mejorar la distribución del ingreso y “establecer una alianza con los sectores productivos”. Es una ley que le da una gran capacidad para negociar con el poder económico aunque, por supuesto, nada garantiza el resultado de esa negociación. La iniciativa tiene puntos muy fuertes, como la pesificación de deudas y contratos. A continuación, los puntos centrales del proyecto.
1 ¿Cómo queda el corralito? Eduardo Duhalde prometió que los depósitos en dólares serán devueltos en dólares. El proyecto de ley dice que será respetado el “capital” de los ahorristas. Más allá de eso, la única referencia al corralito es que el Poder Ejecutivo tomará medidas para “disminuir el eventual impacto” de la devaluación. Y que propiciará la “reestructuración” de los depósitos, sin dar ninguna precisión. Es decir, por ahora no se sabe cuándo se levantarán las restricciones, ni qué pasará con los intereses generados desde que se estableció el corralito.
2 ¿Qué pasó con la “intangibilidad” de los depósitos?
Se suspende por dos años la ley que declaraba la intangibilidad de los depósitos. Esa norma se dictó sólo para generar confianza en el sistema financiero y evitar el retiro de dinero de los bancos, aunque la promesa fuera que jamás se “tocarían” los ahorros de la gente. Ante la disyuntiva de dejar quebrar a los bancos por la corrida –que la ley, finalmente, no pudo evitar– y pisar los depósitos, el gobierno de De la Rúa optó por la segunda opción. De todos modos, sigue presente la figura legal que impide la confiscación de los ahorros. Ahora, el Gobierno quiere suprimirla. Esto abre la puerta a presiones empresarias para que se aplique un Plan Bonex II, por el cual a los depositantes se les entregarían bonos en lugar de dinero.
3 ¿Cuál será el futuro de los deudores en dólares?
Fuentes del Gobierno sostienen que se pasarán a pesos todas las deudas hasta 100 mil dólares, con la paridad uno a uno. No obstante, los bancos están presionando para bajar el piso o, mejor, sólo pesificar los créditos hipotecarios. El proyecto de ley dice lo mismo que para el caso de los depósitos: que se “reestructurarán” las deudas y que se intentará “disminuir el eventual impacto” de la devaluación. El Gobierno había remitido al Congreso un primer proyecto –después reemplazado– en el que se expresaba la intención de contemplar, especialmente, la situación de las deudas “de menor cuantía”. Pero esa leyenda desapareció en el proyecto definitivo. En el caso de las deudas en dólares por operaciones extra bancarias –entre particulares, con financieras o, por ejemplo, por los créditos hipotecarios concedidos por escribanías–, el proyecto es difuso. En principio, esas deudas también se pesifican.
4 ¿Cómo se pagan los saldos de las tarjetas?
Es uno de los pocos temas que el proyecto aclara con nitidez. Los saldos de las tarjetas de crédito y débito por consumos realizados en el país serán pesificados –también uno a uno–. “Sólo podrán consignarse en dólares los consumos realizados fuera del país”, aclara la iniciativa. Pero quien tenía una deuda en dólares con la tarjeta por compras hechas en el país, a partir de la sanción de la ley la pagará en pesos.
5 ¿Las tarifas se ajustarán con el dólar?El proyecto también es claro en este punto. “Quedan sin efecto las cláusulas de ajuste en dólar y las cláusulas indexatorias basadas en índices de precios de otros países”. Es decir, las tarifas de los servicios públicos privatizados dejan de estar dolarizadas, no se ajustan más por la inflación de Estados Unidos y se pesifican en la paridad uno a uno. Sin embargo, el Poder Ejecutivo pide autorización para renegociar los contratos con las empresas, considerando elementos que dan lugar a que las tarifas sean disminuidas –“se tendrá en cuenta el impacto de las tarifas en la competitividad de la economía y en la distribución de ingresos”–, y otros que sugieren que podrían ser aumentadas –“se tendrá en cuenta la calidad de los servicios, los planes de inversión y la rentabilidad de las empresas”–. El Gobierno necesita el permiso para poder ajustar las tarifas porque las concesiones son a largo plazo.
6 ¿Cómo quedan los alquileres en dólares?
Los contratos entre particulares establecidos en dólares se pesifican –en la paridad uno a uno–. Esto vale tanto para los alquileres como para cualquier otro contrato que incluya cláusulas de ajuste por la cotización del dólar –por ejemplo, el de la telefonía celular–. Se abre un período de 180 días para que las partes renegocien las condiciones del contrato, “procurando compartir de modo equitativo los efectos” de la devaluación. “Acordadas las nuevas condiciones, se compensarán las diferencias que, eventualmente, existan entre los pagos dados a cuenta y los valores definitivamente acordados.” En caso de que no haya acuerdo entre las partes, “las mismas quedan facultadas para seguir los procedimientos de mediación vigentes. En este caso, la parte deudora no podrá suspender los pagos a cuenta ni la acreedora negarse a recibirlos”.
7 ¿Vuelve el control de precios?
La ley faculta al Poder Ejecutivo a regular los precios de “insumos, bienes y servicios críticos, a fin de proteger los derechos de los usuarios y consumidores de la eventual distorsión de los mercados o de acciones de naturaleza monopólica”. Es decir, queda habilitado el recurso de congelar o fijar precios máximos, tal como rigió en la década del ‘80. El Gobierno quiere protegerse de acciones especulativas que hagan disparar la inflación y controlar precios de productos críticos, como los combustibles, los medicamentos y los alimenticios.
8 ¿Qué pasa con los bonos provinciales?
El Gobierno retirará de circulación los patacones, quebrachos, cecancor, lecop y demás medios de pago que se estuvieron emitiendo desde la profundización de la crisis. Y entregará pesos a las provincias que los emitieron. El retiro se hará de manera gradual. En Economía estimaron conveniente sacar de circulación esas seudo monedas y “sincerar” la economía. Los lecop servían para pagar impuestos nacionales, por lo que sólo diferían del peso en que no eran convertibles. Ahora que se deroga la convertibilidad, el peso y el lecop tendrían igual jerarquía. Y por eso no tenía sentido mantener a este último.