ECONOMíA
› INFORME DE MORGAN STANLEY SOBRE PAGOS DE DEUDA
La plata alcanza sin el FMI
› Por Marcelo Zlotogwiazda
Incluso en el escenario donde no llega a un acuerdo con el FMI, “el gobierno argentino está en condiciones de hacer frente a sus compromisos financieros hasta fin de año” sin necesidad de entrar en default con ese organismo, opina el banco de inversión Morgan Stanley en su último informe sobre el país. Según sus analistas, el equipo económico cuenta con varias alternativas para cumplir con todos sus pagos, entre las que ellos recomiendan una mayor emisión de deuda local –como la colocada ayer– y el uso de los depósitos bancarios del sector público para tapar eventuales agujeros fiscales.
Si bien los economistas Javier Romo y Luis Arcentales advierten que los próximos meses van a presentar “dificultades” en el flanco externo que hasta podrían desembocar en algún revés judicial importante en el canje de deuda o en un fracaso en las negociaciones con el Fondo, sostienen que “el Gobierno tiene una serie de herramientas que le permitirían demorar el día en que sus cuentas fiscales pasen al rojo”, manteniendo al día sus pagos de deuda.
El informe que comenzó a circular el martes señala que aún en caso de no prosperar un acuerdo de refinanciación con el FMI, el Gobierno podría flexibilizar la normativa que limita el uso de las reservas del Banco Central para pagar deuda, o reforzar el ajuste presupuestario para aumentar el superávit fiscal y usar ese excedente adicional para cubrir las obligaciones. No obstante, Romo y Arcentales sostienen que es poco probable que se recorran esas “controvertidas” vías.
En cambio, aconsejan otros dos caminos posibles. “En primer lugar asumimos que las autoridades tienen la suficiente capacidad para refinanciar aproximadamente la mitad de los 4200 millones de dólares de deuda doméstica que vence hasta fin de año.” Por más que en la licitación de Boden que tuvo lugar ayer el Gobierno concitó el interés tanto de AFJP como de bancos, los citados economistas concentran la mira más en los fondos líquidos de las Administradoras que en el dinero sobrante en los bancos.
De todas maneras, el escenario más favorable –aunque no necesariamente el más probable– que según ellos se podría presentar es el de un acuerdo de refinanciación con el FMI, que obviamente se vería facilitado por un final feliz en el canje de deuda, aunque no consideran esto último como un prerrequisito del arreglo con el Fondo. Bastaría, dicen, un compromiso del gobierno para resolver la situación de los 20.000 millones de dólares que optaron por no adherir al canje, que bien podría ser formulado de manera imprecisa y para ser cumplido en fases, de forma tal de “que quede espacio para satisfacer los requerimientos con el correr del tiempo”.
Naturalmente, Romo y Arcentales no desconocen que otra de las alternativas para cerrar las cuentas implica dejar de pagar la deuda con el Fondo, pero ya sea como expresión de deseos o recomendación objetiva pronostican que es “improbable que la Argentina declare un default con esa institución habiendo reestructurado exitosamente el resto de la deuda”. Aunque se cubren acotando que “igualmente no podemos descartar por completo que la Argentina decida tomar más medidas drásticas”.