ECONOMíA
› EL GOBIERNO BUSCA HACER MAS ATRACTIVA LA OFERTA SALARIAL
Si pone el privado, el Estado también
Además de la suba en el salario mínimo, que el Gobierno espera se concrete en la primera reunión del Consejo, se apuntará a mejorar el salario de bolsillo de los sectores medios, con rebajas en Ganancias y ampliación del alcance de las asignaciones familiares.
El Gobierno pretende anunciar esta misma semana un aumento del salario mínimo. Además, avanzará con otras medidas para mejorar los ingresos de los trabajadores. Eso incluye una rebaja o la eliminación del impuesto a las Ganancias para los empleados en relación de dependencia, la incorporación a los sueldos de los 100 pesos que se pagan desde enero como suma fija no remunerativa y una ampliación del padrón de beneficiarios de asignaciones familiares. Para más adelante se proyecta la extensión del seguro de desempleo a los trabajadores informales.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se reunió ayer con la CGT y con representantes empresarios –por separado– para apurar un acuerdo sobre esas medidas, y hoy terminará la ronda de negociaciones con la CTA y otras cámaras patronales. Por la tarde, la comisión del salario juntará a las partes en una sesión preparatoria del encuentro general del Consejo del Salario y el Empleo, prevista para el día siguiente.
La suba del salario mínimo a 630 pesos, desde los 450 actuales, es prácticamente un hecho. Más allá de algún intento de resistencia por parte de los empresarios, el Gobierno está decidido a practicar ese ajuste. La Unión Industrial, la Cámara de Comercio y la Cámara de la Construcción le dijeron ayer a Tomada que se debe contemplar la situación de las pymes y de algunos sectores menos favorecidos por el crecimiento económico, que no estarían en condiciones de conceder el aumento del mínimo. A pesar de ello, desde la cartera laboral señalaron que los empresarios terminarán aceptando sin protestas y, en última instancia, si no lo hicieran “perderán dos a uno la votación”.
La negociación está centrada antes que en el monto del aumento en los plazos de su implementación. El Gobierno aceptaría, a pedido de los empresarios, hacerlo en tres etapas. Sería de 60 pesos cada vez, de acá a octubre. La definición exacta de los meses se tomará en el Consejo. La CGT accede a ese esquema, según le expresaron a Tomada los cosecretarios Hugo Moyano y José Luis Lingeri –Susana Rueda quedó excluida– y Juan Manuel Palacios. Los sindicalistas también acordaron no reclamar la incorporación a los básicos de convenio de los 100 pesos que actualmente se pagan como suma fija no remunerativa y que serán blanqueados por el Gobierno. Si se sumaran a los básicos, se ajustaría proporcionalmente hacia arriba toda la escala salarial. Las cámaras empresarias recalcaron su oposición a esa medida y obtuvieron una respuesta favorable.
En cuanto a las asignaciones familiares, la cartera laboral subirá las escalas salariales alcanzadas. En la actualidad, cobran 60 pesos por hijo quienes ganan hasta 750 pesos por mes. En adelante, lo recibirán quienes tienen haberes de hasta 1000, mientras que cobrarán 40 pesos por hijo aquellos con sueldos de entre 1000 y 1450, y 30 pesos los salarios de 1450 a 2275. Los fondos son aportados por el Estado, por lo que la medida no genera resistencia patronal.
Tampoco hay objeciones por la suba del mínimo no imponible de Ganancias. El objetivo es reducir la carga tributaria sobre los salarios medios. Hoy sufren el descuento los solteros que ganan a partir de 1835 pesos y los casados con dos hijos que perciben 2235 pesos. La nueva base para pagar el impuesto serían los sueldos de 3000 pesos.