Para Roberto Lavagna el superávit fiscal es uno de los ejes de la política económica. Además, defendió la necesidad de proteger “un tipo de cambio alto”. Y admitió que “si bien todas las variables están ordenadas en lo económico, en lo social hay largo trabajo por delante, pero la tendencia es positiva”, se atajó. Ayer, el ministro puso en marcha el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal que tiene por objetivo velar por el cumplimiento de la ley homónima que establece estrictas metas fiscales a las provincias, en línea con las exigencias del Fondo Monetario.
“Los objetivos básicos del Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal serán mantener el superávit, reforzar el gasto social e incrementar el gasto en infraestructura, es decir en inversiones”, afirmó Lavagna en un acto llevado a cabo en el Salón Padilla del Palacio de Hacienda.
Dicho Consejo estará integrado por un representante del gobierno nacional y otros ocho miembros de las provincias de Formosa, Entre Ríos, Jujuy, Tucumán, Río Negro, Santa Cruz, San Juan y Mendoza. En sintonía con las expresiones de Kirchner, quien dijo que el superávit fiscal concede al Gobierno grados de libertad en el manejo de la política económica, Lavagna sostuvo que “mantener situaciones de superávit es hablar de desendeudamiento”.
“Este Consejo va a servir para ratificar el sentido de nuestra política económica, manteniendo las cuentas del Estado en orden”, comentó el ministro. Y agregó que “así como los funcionarios argentinos no tenemos que pedir apoyo en bancos ni en organismos internacionales, los gobernadores no tienen que hacer cola en este ministerio pidiendo ayuda”.
En realidad, la dependencia de las provincias de las transferencias nacionales sigue intacta. Como la Ley de Responsabilidad fija estrictos límites a la expansión del gasto provincial, muchas provincias se encontrarán en el futuro con conflictos crecientes, al no poder actualizar los salarios para recuperar el poder de compra perdido por los empleados públicos.