El Gobierno anunció ayer que responderá presentándose como “tercera parte” a un juicio que inició en Europa la multinacional estadounidense Monsanto contra un importador dinamarqués de soja argentina transgénica. El propósito de la multinacional es cobrarse las regalías por la tecnología implícita en sus semillas que, según la empresa, en el país sólo se tributa sobre un tercio de sus productos.
En una conferencia de prensa, el secretario de Agricultura, Miguel Campos, calificó de “extorsiva” la postura de Monsanto de pretender cobrar a los productores locales regalías atrasadas por el uso de esa patente y señaló que el Gobierno se presentará a través de sus embajadas tanto en ese pleito como en el resto de acciones que pudieren iniciarse contra los agricultores argentinos en otras naciones de Europa.
Argentina y Monsanto mantienen desde hace varios meses una disputa porque la multinacional reclama el pago de derechos en el uso de la patente de semillas con el gen RR (Rondup Ready), resistente al herbicida glifosato. El esquema de comercialización vigente en el país desde 1996 hace que los productores paguen tres dólares por ese concepto sobre los 20 que cuesta cada bolsa de semilla. Pero según la empresa, sólo el 30 por ciento de este producto se comercializa a través del circuito legal, con lo cual la mayor parte quedaría libre de ese royaltie.
“Las acciones (judiciales) apuntan a terminar con la discusión sobre si tenemos derecho a cobrar regalías. Pero nos gustaría bajar los decibeles y negociar”, señaló una fuente de la filial local de Monsanto. “Estamos de acuerdo en que se deben pagar derechos por la propiedad intelectual, pero siempre discutimos (con Monsanto) el cómo”, afirmó a su vez Campos.