La euforia por el peso no se detiene. El Banco Central tuvo que hacer ayer su máximo esfuerzo para evitar una nueva apreciación, con compras record por 172 millones de dólares. Bancos, exportadores e inversores extranjeros salieron en masa a desprenderse de sus divisas. Y para completar el cuadro, el Ministerio de Economía tuvo que penar bastante para encontrar financistas interesados en comprar bonos en moneda estadounidense a una tasa razonable. El FMI, que presiona para que el Central deje de intervenir para sostener el tipo de cambio, dio indicios de que no habrá un acuerdo con la Argentina en el corto plazo.
La emisión de títulos en dólares –Boden 2012– resultó un tanto decepcionante para el Palacio de Hacienda. Su intención era colocar bonos por un total de 500 millones, pero sólo pudo recolectar 349,9 millones, a una tasa del 7,84 por ciento. Los intereses fueron ligeramente inferiores a los pagados en el lanzamiento anterior de esos mismos papeles, a mediados de julio: 7,99 por ciento. La cartera económica destacó a través de un comunicado que las ofertas recibidas ascendieron a 1463,4 millones, pero decidió rechazar la mayoría para no convalidar tasas más altas.
Las entidades que presentaron ofertas fueron el Mercado de Valores de Buenos Aires (MerVal) y los bancos Nación, BBVA Francés, Galicia, Suquía, Société Générale, Patagonia, Hipotecario, HSBC, Macro-Bansud, Río, Morgan, Merril Lynch, Deutsche Bank, ABN Amro Bank y Citibank. Las otras dos emisiones de Boden 2012 fueron adjudicaciones directas a Venezuela, a tasas de 9,52 y 7,81 por ciento.
La colocación fue para absorber parte de los dólares volcados al mercado por el propio Gobierno a través de la cancelación de los mismos Boden 2012. Se hicieron pagos por 1580 millones de dólares. El Banco Central intentó hacer lo mismo anteayer, con similares resultados: intentó emitir letras por 300 millones de dólares y sólo pudo recaudar 20 millones. En consecuencia, la autoridad monetaria está teniendo que hacer fuertes intervenciones en el mercado cambiario para evitar una caída de la cotización del dólar. Ayer compró 172 millones y elevó las reservas a 25.451 millones. Gracias a ello, mantuvo la cotización en 2,84/2,87 para la compra y venta, respectivamente.
Los exportadores anticiparon la liquidación de divisas y se desprendieron de 87 millones. Es más del doble de lo que venían entregando los últimos días, entre 30 y 40 millones. El Banco Central se comunicó con distintos bancos para pedirles que no hicieran ventas masivas de divisas. La presión por esa vía fue otra de las estrategias puestas en marcha para defender el tipo de cambio. Sin embargo, la expectativa del mercado es que hoy y mañana siga la tendencia vendedora. El dólar futuro cerró a un mes a 2,855 y el mayorista, a 2,86.
Desde Washington, en tanto, el portavoz del FMI, Thomas Dawson, dijo ayer que las conversaciones con Guillermo Nielsen de la semana pasada fueron “positivas”, pero recordó que durante las negociaciones se producen “múltiples reuniones” y que todavía no está clara la agenda “para los próximos meses”.