ECONOMíA
› SOSPECHA DE EVASION SOBRE OPERACIONES DE GRANDES CONTRIBUYENTES
“Dejaremos de cazar en el gallinero”
El 80 por ciento de los mayores movimientos en cuentas personales no tienen correlación con la declaración fiscal de sus titulares.
› Por Claudio Scaletta
En el segundo semestre del 2001, el 80 por ciento de las principales operaciones realizadas por personas físicas a través del sistema financiero formal registraron “diferencias no justificadas” con sus declaraciones fiscales. Esto es: son operaciones sobre recursos de origen dudoso. El dato resulta de la tardía decisión de la Administración Federal de Ingresos Públicos de entrecruzar la información suministrada por los bancos con las propias bases de datos. Por ahora, hasta que los involucrados en la investigación hagan su descargo, está en juego una evasión potencial en torno a los 350 millones de pesos, o dólares al momento de las transacciones. Además, se analizan operaciones por 17 mil millones que involucran a las mil principales empresas del país.
Con la decisión de combatir la evasión que ocurría frente a las narices de los recaudadores –no en operaciones en negro sino a través del sistema financiero formal–, la AFIP parece haberse dado cuenta, tardíamente, de que la información declarada por quienes se encuentran dentro del sistema tributario no era la única disponible. En esta tarea, el corralito, al congelar fondos dentro del sistema, sirvió de inesperado aliado de los recaudadores. “Decidimos dejar de cazar en el gallinero”, se sinceró el titular de la AFIP y antiguo asesor de grandes empresas, Alberto Abad.
Frente a los vencimientos de las declaraciones juradas de Ganancias del 2001, que concluirán el próximo martes 28, la AFIP consideró propicio hacer saber a los contribuyentes que cuenta con información sobre sus transacciones financieras. Pero, al margen de la presión para mejorar la recaudación, el cruzamiento con los datos aportados por los bancos tornó evidente la naturaleza de la relación entre los grandes contribuyentes y el fisco. En la muestra de 245 personas físicas que realizaron transacciones por más de 500 mil pesos hubo 194 casos –el 79 por ciento del total– que, de acuerdo con la información suministrada por 31 bancos públicos y privados, mostraron “diferencias no justificadas” con sus declaraciones tributarias. Las irregularidades alcanzaron a 48 casos de extracciones en efectivo, 41 de compraventa de divisas y 105 casos de transferencias al exterior.
Si bien son una muestra, estos 245 casos representan la casi totalidad de las personas físicas que realizaron transacciones por más de medio millón de pesos o dólares. En otros palabras, el 80 por ciento de los principales contribuyentes estaría intentando eludir o evadir sus pagos al fisco. Y de estos casos, más de la mitad, el 54 por ciento, se refiere a fuga de dólares al exterior. El siguiente paso, según adelantó Abad ayer, será cruzar la información también de las operaciones de entre 100 mil y 500 mil pesos.
Aunque el titular de la AFIP se negó a hacer nombres de los involucrados amparándose en el “secreto tributario”, la investigación reveló algunos casos paradigmáticos. Por ejemplo, la transferencia de fondos al exterior por 3,08 millones de dólares por parte de un empresario, cuya firma tiene un patrimonio declarado en el país sensiblemente menor a dicho monto; el de cinco contribuyentes que realizaron giros al exterior por más de 15 millones de dólares originados en presuntos anticipos de herencias, o el de muchas personas que mandaron afuera más de un millón de dólares y que carecen de declaraciones juradas ante la AFIP en años anteriores.
Entre otros casos de transferencias al exterior, llamó la atención de los recaudadores el de un empleado en relación de dependencia con una remuneración mensual de 700 pesos, que envió al exterior 805 mil dólares, o el del ex director de una empresa petrolera que transfirió 1,8 millón de dólares producto de una renta no declarada.
Trabajadores en relación de dependencia con bajas remuneraciones también se destacaron en el retiro de fondos en efectivo. Así, la investigación encontró que un asalariado con ingresos mensuales inferiores a 500 pesos realizó un retiro en efectivo por 2,4 millones depesos. También, que un empleado sin inmuebles ni participaciones societarias retiró 18 millones. Por supuesto, no faltaron los casos de personas de bajos recursos, presuntos prestanombres, que reconocieron operaciones de más de 500 mil pesos.
Actualmente, la AFIP se apresta a cruzar la información financiera y tributaria de las principales mil empresas del país. Los datos preliminares muestran transacciones por 17 mil millones. En cuanto a los movimientos de fondos post-corralito, el organismo recaudador tiene en la mira una investigación sobre los recursos de amparo cobrados, el famoso “goteo”. Para ello recurrirá a los datos provenientes de los juzgados, de los profesionales actuantes y de los bancos. Sólo al final del camino se podrá saber si las declaraciones de futuras acciones de la AFIP, antes que asemejarse a las declaraciones juradas de algunos contribuyentes, se traducirán en resultados concretos.