ECONOMíA
› FIJAN CONTROLES A LA EXPORTACION DE PETROLEO
Para salir hay que pedir la llave
› Por Raúl Dellatorre
El Gobierno declaró en emergencia el abastecimiento de hidrocarburos en todo el país hasta el 30 de setiembre, y facultó a la Secretaría de Energía para fijar los volúmenes de producción de petróleo crudo y gas licuado que las empresas productoras deberán destinar obligatoriamente al mercado interno. Según los considerandos del decreto 867, publicado ayer en el Boletín Oficial, “se han verificado deficiencias en el abastecimiento de gas oil por parte de las firmas industrializadas y comercializadoras de combustibles (refinerías, importadoras y estaciones de servicio) (...) y un aumento generalizado de los precios de los combustibles, en particular del gas oil”, dando justificación a la medida de emergencia dictada.
“Es una medida correcta frente a tamaña crisis, en una situación extraordinaria el sector público está facultado a privilegiar el abastecimiento del mercado interno”, sentenció Jorge Lapeña, ex secretario de Energía, al ser consultado por Página/12. “Está aumentando la exportación, tanto de crudo como de productos de refinería, mientras vienen ocurriendo hechos de desabastecimiento de gas oil en el campo”, señaló el ex funcionario. “Este estrangulamiento de la oferta se da precisamente en un mercado fuertemente oligopólico, donde no son más de cuatro actores los que hay que sentar a una mesa. Y si en la cadena se verifica algún nivel de desabastecimiento, son los que tienen que dar explicaciones”, refirió Lapeña.
En las empresas petroleras se manifestó cierta sorpresa por el decreto. De todos modos, las compañías optaron por esperar la implementación antes de opinar. Lo cierto es que si se estableciera un tope máximo de exportaciones como porcentaje de la producción de cada compañía, no todas se verían afectadas de igual forma. Repsol YPF, con una cadena integrada desde la producción hasta el surtidor, sólo exporta el 28 por ciento del crudo que produce (cifras del 2001). Chevron San Jorge o Tecpetrol (grupo Techint), sin refinerías ni estaciones de servicio, fletan a otros países más del 90 por ciento de su producción. En otro vértice de un virtual triángulo están las empresas con fuerte presencia en la refinación y comercialización pero sin producción local de petróleo, como Esso y Shell, a las cuales el encarecimiento del crudo (local o importado) le ha quitado toda la rentabilidad al negocio. Bajo estas características del mercado, no es inmediato saber si son todas o sólo algunas las que provocan el desabastecimiento. Y tampoco resulta claro que limitar las exportaciones resuelva el problema.
Según opinan algunas operadores del mercado, “el problema es de precios y no de abastecimiento”, aludiendo a un mercado demasiado inestable, en el que el precio del crudo está atado al dólar, los combustibles lo siguen pero lo corren de atrás y, en definitiva, nadie queda conforme.