ECONOMíA
› SUBA DEL 0,4 POR CIENTO DE LA CANASTA DE ALIMENTOS EN AGOSTO
Para ilusionarse con la tendencia
El relevamiento de Defensa del Consumidor en las tres primeras semanas señala una desaceleración de precios, aunque lácteos y carnes mantienen una tendencia creciente. En Economía esperan un aumento del índice del 0,5 a 0,6 por ciento.
› Por Maximiliano Montenegro
El último relevamiento oficial de precios, efectuado por la Subsecretaría de Defensa del Consumidor durante las tres primeras semanas del mes, muestra una tendencia en línea con los buenos pronósticos que barajan en el Ministerio de Economía para la inflación de agosto. Según la encuesta de Defensa del Consumidor, que mide la marcha de los precios en los supermercados del área metropolitana, el valor de la canasta de 59 productos aumentó sólo 0,4 por ciento. Sin embargo, el informe también revela que la suba de retenciones a las exportaciones de lácteos no logró frenar la suba de precios de la leche, los quesos o la manteca. La carne, en tanto, muestra un repunte bastante mayor al promedio general, confirmando la preocupación de Economía por lo que pueda suceder con los precios del sector en las próximas semanas.
La encuesta de Defensa del Consumidor en supermercados es un indicador que no guarda relación con el índice de precios al consumidor que elabora el Indec. En principio, porque sólo incluye una canasta de 59 productos, entre alimentos y elementos de limpieza y tocador. Sin embargo, el mes pasado, por ejemplo, la evolución del costo de esta canasta fue casi un calco del IPC, que en julio aumentó 1 por ciento.
De acuerdo con el último “relevamiento de expectativas de mercado” (REM), que elabora el Banco Central en base a los pronósticos de todas las consultoras privadas, en agosto la inflación debería rondar el 0,7 por ciento, aunque en el equipo económico esperan que sea algo menor: entre 0,5 y 0,6 por ciento. En cualquier caso, esos índices se alinean con la meta oficial de no sobrepasar una inflación anual del 11 por ciento.
Los últimos datos de precios que circulan en el Gobierno ratifican esas estimaciones. Sin embargo, encienden luces de alerta en una serie de alimentos de alto impacto en el costo de la canasta de la pobreza. Y, peor aún, ponen en duda la estrategia seguida por Economía para frenar las remarcaciones.
Es el caso de los lácteos. Según los números de Defensa del Consumidor, en agosto se encarecieron entre 3 y 8 por ciento. Por ejemplo, la leche fluida aumentó casi 3 por ciento, mientras que el precio de la manteca trepó 4,5 por ciento (ver cuadro). También es relevante la suba en la carne (medida como un promedio de precios en 16 cortes): 1,4 por ciento, tres veces más que el índice general. En Economía temen que, al finalizar el invierno, haya nuevos aumentos en el sector, dada la escasez de oferta por motivos estacionales. De ahí las últimas medidas adoptadas por Lavagna (que establecen un peso mínimo de faena) y la amenaza latente de elevar las retenciones a las exportaciones del sector.