Después de 39 meses, el Banco Nación cedió la administración del Banco de Entre Ríos (Bersa), que ayer pasó a manos del Grupo Eskenazi. Hasta la explosión de la crisis, el Bersa se encontraba bajo la órbita del francés Crédit Agricole, que desertó a mediados de 2002, dejando las operaciones de la entidad financiera estrerriana, del Suquía y del Bisel. “Merced al acuerdo logrado, hoy hay 142 millones de pesos disponibles para los créditos de los entrerrianos”, sostuvo Felisa Miceli, titular del Nación, durante el acto de traspaso del banco. Hacía referencia al aporte de capital de los nuevos dueños. El Grupo Eskenazi ya controlaba otros tres bancos provinciales: el de Santa Fe, de San Juan y de Santa Cruz. La idea de Enrique Eskenazi es la formación de una banca regional que haga foco en la economía del centro del país. El Grupo administra depósitos por alrededor de 2500 millones de pesos. En la city no descartan que el empresario forme su propia asociación bancaria. Además del negocio financiero, Eskenazi maneja emprendimientos productivos, como una constructora (PTC) y campos y viñedos en San Juan.