Para las fiestas de fin de año estará disponible el primer teléfono celular fabricado en Argentina. Será un aparato de última tecnología, con cámara fotográfica, que se ofrecerá al público a unos 75 pesos. El Gobierno anunció ayer la noticia junto a la empresa productora, NG Electrónica, en un acto cargado de triunfalismo. “Será el celular más barato del mundo”, dijeron. El equipo estará integrado en más de un 70 por ciento por componentes y sistemas aportados por la industria nacional, mientras que el resto serán insumos importados. La iniciativa cuenta con financiamiento público, a través de un fideicomiso creado para promover el desarrollo tecnológico, y apoyo de las telefónicas. Además, otras dos compañías producirán teléfonos inalámbricos para zonas rurales y públicos.
“Hoy podemos anunciar que Argentina empieza a fabricar celulares con más del 70 por ciento de integración en nuestro país”, destacó el secretario de Comunicaciones, Guillermo Moreno, en una conferencia de prensa en Casa Rosada. Antes de ese acto, Néstor Kirchner había recibido a los distintos actores involucrados con los proyectos: los empresarios de las compañías productoras, el titular de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi; el presidente de la Unión Industrial, Héctor Méndez; el ministro de Planificación, Julio De Vido; el secretario de Industria, Miguel Peirano, y el mencionado Moreno.
Las iniciativas privadas encontraron apoyo desde el Ejecutivo, que creó un fiduciario para el sector de las telecomunicaciones. Peirano destacó que “la producción de celulares es estratégica para Argentina”, puesto que “el año pasado se destinaron 600 millones de dólares a la importación” de equipos. Además, Gustavo Pizarro, presidente de NG Electrónica, señaló que la empresa prevé exportar sus celulares a América latina, en una primera etapa, y a otros países más adelante.
El ejecutivo comentó que el teléfono móvil cuenta con la tecnología de red GSM, con cámara fotográfica, y que, a diferencia de la mayoría de los aparatos que se venden actualmente en el mercado local, es una terminal tribanda. Ese sistema permite que el celular funcione en cualquier lugar del planeta, pues reconoce las tres bandas del espectro que se utilizan para el servicio de telefonía móvil. Pizarro comentó que inicialmente se fabricarán 20 mil equipos por mes y que saldrán a la venta en 120 días.
Según fuentes del mercado, una de las operadoras de telefonía móvil se comprometió a adquirir hasta un millón de unidades. Aunque los compraría a unos 140 pesos, los ofrecería al mercado a unos 75. En base a ello, el presidente de la Bolsa, Adelmo Gabbi, enfatizó que será “el celular más barato del mundo”, lo que facilitaría la penetración del servicio en sectores de menores recursos. De hecho, la telefonía celular registró un crecimiento explosivo en los últimos años. En este momento hay 17,4 millones de teléfonos en servicio, contra 9,6 millones de mediados de 2004.
Argentina se incorpora así a un segmento industrial que tiene como paradigma a Finlandia, pero que además cuenta con exponentes en China y Brasil entre los pocos países que son realmente productores de celulares con componentes mayoritariamente locales. Moreno resaltó que esta iniciativa se inscribe en la política oficial para “reconstruir el complejo industrial de las comunicaciones” en el país.
El segundo proyecto que se pondrá en marcha contempla la producción de terminales inalámbricos para tecnología CDMA 450 en el que participan la empresa china Huawei, junto a las cooperativas telefónicas lideradas por el presidente de Fecosur, Antonio Roncoroni. Estos equipos darán servicio de telefonía fija a través de redes inalámbricas, cuya prestación será posible cuando se concreten los concursos por las bandas 450 del espectro radioeléctrico que habilitó la Secretaría de Comunicaciones y que están previstas para antes de fin de año.
Esta tecnología se utiliza en el mundo para la telefonía rural y en el caso de Argentina, la previsión es utilizarla en zonas alejadas, con menos de 100.000 habitantes, donde las redes terrestres tradicionales no llegan.La tercera iniciativa consiste en la fabricación de teléfonos públicos a cargo de la empresa Geocom, que competirá con la producción de Siemens en el país. Tanto en este caso como en el anterior, los equipos tendrán también un 70 por ciento de componentes nacionales.