Después de la aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto de ley que suspende por cuatro meses los remates hipotecarios, el Gobierno decidió reflotar otra iniciativa que enviará esta semana al Senado. El Banco Nación es una de las patas del programa de salvataje para unos 3000 deudores que corren riesgo de perder sus viviendas. La titular de la entidad, Felisa Miceli, reveló en un reportaje con Página/12 que “la idea es que esos deudores puedan ingresar al fideicomiso que ya creó el banco para otras personas en su misma situación y, de ese modo, podamos recalcularles la deuda”. El salvataje de la entidad oficial contempla la recompra de carteras en mora para ofrecer a los deudores un esquema de repago más flexible. Miceli opinó que “lo que votaron los diputados no es una solución, sino un parche”. “No sirve –insistió–, porque siempre hay un día después”. Según su visión, la actitud de los legisladores duhaldistas y de la oposición que lograron imponerse contra la voluntad del Poder Ejecutivo “hicieron más demagogia electoral que ponerse a trabajar en serio en soluciones concretas”. En la misma línea se pronunció ayer Alberto Fernández, en declaraciones radiales. “La salida de postergar la ejecución no sirve para nada, es como un Geniol para el que tiene una enfermedad terminal”, afirmó. El Gobierno intentará con su propio proyecto. Daniel Scioli, presidente del Senado, sostuvo que “vamos a tener en cuenta la nueva propuesta de Economía”. El jefe de Gabinete aseguró que “son alrededor de 3000 personas” las que están en riesgo de sufrir las ejecuciones por sus deudas con escribanías. “El objetivo es encontrar una salida que sea presentable, porque la salida de postergar la ejecución en verdad no sirve para nada porque estamos hablando de situaciones que llevan más de cinco años de trámite, entonces, es un Geniol para el que tiene una enfermedad terminal, ésa es la verdad”, concluyó.