ECONOMíA
› LAS VENTAS EXTERNAS TODAVIA GENERAN POCO EMPLEO
Boom exportador (primario)
Cancillería pronostica que este año las exportaciones alcanzarán los U$S 40.000 millones, un nuevo record.
› Por Claudio Scaletta
El canciller y candidato Rafael Bielsa destacó que las exportaciones alcanzarán este año un nuevo record de 40.000 millones de dólares, lo que considerando el también fuerte aumento de las importaciones volverá a generar un superávit comercial similar al del año pasado de “entre 10.000 y 12.000 millones de dólares”, afirmó. Más allá del indiscutible buen resultado impulsado por la cosecha record y los excelentes precios internacionales, el país sigue vendiendo al exterior prácticamente los mismos bienes de base primaria y commodities industriales que en 1998, el año record de la década del ’90. Además, el agro y las manufacturas agrarias, que generan el 54 por ciento de las exportaciones, aportan apenas el 18 por ciento del empleo total, lo que pone en primer plano los desiguales resultados en materia de distribución del ingreso del auge exportador.
Las cifras brindadas por el canciller indican que las ventas al exterior serán en 2005 “un 16 por ciento más que en 2004 y (estarán) un 54 por ciento por encima de las de 2002, impulsadas fundamentalmente por el crecimiento de las cantidades exportadas”. Bielsa destacó que “en los últimos tres años el comercio exterior argentino ha tenido un comportamiento muy dinámico”.
Al margen que comparar con 2002 es hacerlo contra un año piso, la afirmación es incompleta. Si bien las cantidades vendidas aumentaron, se trató en la mayoría de los casos de la respuesta a las señales de precios de los mercados internacionales, con lo que la mejora exportadora significó también retracción del consumo interno. Un caso paradigmático es el de la carne, donde el estancamiento de la faena en lo que va de 2005 se conjugó con una caída del mercado interno del 5 por ciento y un boom exportador con aumentos del 32 por ciento en dólares y 30 por ciento en volumen. En el caso de los lácteos, mientras la producción aumentó el 6,7 por ciento, las exportaciones crecieron el 35 por ciento en dólares contra un 22 por ciento en volumen. Esta presión de la demanda interna sin que la oferta interna acompañe significó también presiones sobre los precios (ver aparte).
Solamente puede hablarse de aumento de cantidades exportadas “puro” en los complejos oleaginoso y cerealero, donde la expansión de las cantidades que salieron al exterior guardó relación casi directa con la cosecha record que, como reconocen en el agro, fue producto de las buenas condiciones climáticas y no del boom inversor. En el otro extremo están las exportaciones de “combustibles y energía” que ya llegan al 17 por ciento del total de ventas al exterior y cuyo aumento se debe exclusivamente a los mayores precios internacionales.
Bielsa también atribuyó el alza en las exportaciones al crecimiento de las ventas de manufacturas de origen industrial (MOI), “que son las que más valor agregado poseen y generan mayor utilización de mano de obra”. “Exportar es crear trabajo”, afirmó. Cuando se desarma el contenido de las MOI, se encuentra que uno de los productos más vendidos son los automotores, un comercio que es en buena parte “intrafirma” por la integración en el Mercosur. Le siguen los productos de la industria siderúrgica, como el aluminio, los laminados de hierro y los tubos sin costura. Si bien se trata de productos de industrias que desarrollan cadenas de proveedores y consumen servicios, lo cierto es que son predominantemente capital intensivas. En los primeros 8 meses del año las MOI representaron el 29 por ciento de las exportaciones, una proporción que está por debajo del casi 33 por ciento de las ventas al exterior alcanzado en 1998.