Después de un mes en calma, volvieron las tensiones a la plaza cambiaria. Por segunda jornada consecutiva, el Banco Central se vio obligado a efectuar una fuerte intervención para sostener el tipo de cambio. Ayer compró 96,8 millones de dólares, por lo que sus compras ya totalizaron 188,8 millones en los dos primeros días de la semana. El billete verde cerró sin cambios, a 2,92 pesos para la venta en las casas de cambio.
Las últimas participaciones masivas del Banco Central quebraron una racha que se había prolongado durante un mes. De hecho, el promedio de compras se duplicó con respecto a lo que había sucedido durante el último mes. Hacia el final de la jornada, el dólar cayó medio centavo, pero una rápida intervención del BCRA volvió la cotización a los 2,915 pesos en el mercado mayorista.
El primer hecho destacable tiene que ver con un importante repunte en las liquidaciones de los exportadores de cereales. En la última semana vendieron 161,2 millones de dólares, con un aumento del 26 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado. Esta singularidad está relacionada no sólo con mejores precios de los commodities sino también con un aumento en las cantidades exportadas. Ayer, el Gobierno, a través de Rafael Bielsa, pronosticó que las ventas al exterior llegarían este año a los 40.000 millones de dólares.
Otra explicación está relacionada con el ingreso de divisas para la adquisición de títulos públicos. En las últimas jornadas, los bonos surgidos del canje batieron record ante la fuerte ola compradora de los inversores extranjeros. Aunque ayer las cotizaciones mostraron caídas, las operaciones de los días anteriores se fueron liquidando en las últimas horas. Por otra parte, en varios bancos de la plaza local se detectó a varias compañías petroleras liquidando divisas, presumiblemente, para pagar impuestos.
El Central pudo intervenir con fondos propios. Como en las últimas horas los bancos cancelaron deuda (redescuentos) que mantenían con la autoridad monetaria por 1600 millones de pesos, las compras que se hagan con ese dinero tendrán un efecto neutro en el mercado monetario. Los financistas coinciden en que, más allá de alguna volatilidad mínima, el tipo de cambio se mantendrá sin variantes en las próximas semanas, al menos hasta las elecciones.