A pesar de que los financistas aguardaban una inflación menor al 1,2 por ciento que se divulgó, lo que en teoría significaba un envión para los precios de las acciones, el mercado repitió ayer una pronunciada baja. El índice MerVal registró una caída del 2,4 por ciento, tendencia negativa que involucró a la mayoría de los papeles cotizantes: bajaron 11 de las 12 acciones que están listadas en el panel líder. Fue el Banco Central que envió un claro mensaje a los operadores: ante la mayor inflación elevó un centavo el valor del dólar, que terminó en 2,93 pesos en las casas de cambio, a pesar de la fuerte presión por la masiva liquidación de divisas.
En las últimas cuatro jornadas hábiles, el Central adquirió alrededor de 324 millones de dólares. En promedio prácticamente duplicó lo que había sucedido en el último mes. Ayer embolsó 66,6 millones, dejó las reservas en el umbral de los 26.000 millones de dólares y elevó la cotización un centavo enviando la señal de que, en un contexto de mayor inflación, se dará pelea para mantener el tipo de cambio real.
En la city esperan que las liquidaciones de divisas de la última parte del año sean superiores a las del mismo período de 2004. No sólo porque se nota un incremento de los precios de los commodities sino también por la tendencia creciente de los volúmenes exportados.
También se nota un mayor ingreso de dólares para comprar títulos públicos. De hecho, Merrill Lynch, uno de los bancos emblemáticos de Wall Street, elevó ayer su recomendación sobre los bonos argentinos. En un informe apuntó que existe un gran apetito por esos activos financieros por los altos rendimientos que ofrecen. Los bonos mostraron ayer alzas de 0,5 por ciento en promedio.
Las acciones venían recogiendo parte de la euforia de los corredores. Pero un repentino cambio en el contexto internacional perjudicó al mercado. Hubo dos elementos que alteraron la situación:
- En Estados Unidos creen que las tasas de interés acentuarán la incipiente tendencia alcista ante un posible rebrote inflacionario.
- En Brasil, el Banco Central volvió a intervenir para subir el dólar frente al real y potenció la salida de los inversores, que no quieren ver diluidas sus ganancias en moneda dura.
Los mercados accionarios de la región tuvieron fuertes caídas (la Bolsa de San Pablo perdió 3,5 por ciento) y el argentino estuvo incluido en ese ajuste. En el recinto se negoció un buen volumen –113 millones de pesos–, y los papeles que venían como los más favorecidos registraron caídas. Tenaris, por ejemplo, perdió 10 por ciento en las últimas dos jornadas. Los operadores están convencidos de que más temprano que tarde el mercado volverá a pegar la vuelta: una economía en crecimiento y el salto inflacionario son una atracción irresistible para los inversores.