El Banco Central no pudo repetir la estrategia de las jornadas anteriores. No bien empezado el día buscó una nueva suba del tipo de cambio, pero al final se resignó a dejar el dólar inalterado en 2,94 pesos para la venta en las casas de cambio. Para hacerlo, debió comprar 79,5 millones de dólares. Al revés de las últimas sesiones, ayer subieron las acciones y los bonos.
Apenas comenzaron las operaciones, el Central elevó la paridad en el segmento mayorista. El dólar llegó a valer 2,945 pesos. A partir de ese momento, se notó una oleada de ventas de divisas, principalmente de exportadores. Creen que al BCRA le costará seguir elevando la cotización y adelantaron liquidaciones. Frente a esa tendencia, la cotización bajó medio centavo, a 2,939 pesos, sin cambios con respecto al cierre anterior.
Algunos financistas especulan que, si se acentúa el proceso inflacionario, en algún momento el Gobierno podría habilitar una baja del dólar con el objetivo de calmar las expectativas de aumentos de precios. No es ése el espíritu que hoy dejan trascender desde los despachos oficiales. Más bien todo lo contrario: opinan que el dólar podría cerrar el año bien cerca de los 3 pesos, en todo caso acompañando el alza de los demás precios de la economía.
La fuerte intervención de ayer le permitió al Central seguir acumulando reservas. El stock ya se encuentra en 26.096 millones de dólares. Entre el viernes pasado y ayer (seis días hábiles) embolsó nada menos que 470 millones de dólares.
A diferencia de lo ocurrido durante el resto de la semana, la jornada financiera de ayer fue positiva. La impulsó un aceptable dato del mercado laboral que se difundió en los Estados Unidos. A pesar del Katrina, la destrucción de puestos de trabajo resultó de apenas 35.000, la quinta parte de lo que estimaban los analistas de Wall Street. Fue la primera caída en los niveles de empleo de los últimos dos años.
La novedad descomprimió el mercado financiero. Los emergentes recuperaron parte de lo perdido los últimos días. El índice de acciones líderes MerVal subió 2,2 por ciento con un buen volumen de negocios: 104 millones de pesos. No le alcanzó para contrarrestar las bajas anteriores y finalizó la semana con un saldo negativo del 3,1 por ciento. Por su parte, los títulos públicos recuperaron 1,2 por ciento en promedio.
En la city creen que el monitoreo de la economía estadounidense será clave para determinar qué pasará en el mercado local. Si se ratifica un crecimiento mayor al esperado, Alan Greenspan aceleraría la suba de la tasa de interés internacional. Y Roberto Lavagna tendrá inconvenientes para buscar financiamiento, a menos que acepte pagar más caro. No hay que olvidar que, hasta fin de año, existe un bache financiero de unos 1800 millones de dólares.