Los ministros de Economía y Finanzas de los siete países más ricos del mundo –Grupo de los 7–, junto a trece países de los denominados emergentes –entre ellos, México, Brasil y Argentina–, debatirán este fin de semana en China sobre los precios del petróleo y la estrategia energética para afrontar la convulsionada situación actual. “Tendremos a productores y consumidores reunidos en la misma mesa”, subrayó el subsecretario del Tesoro estadounidense, Tim Adams, en referencia a la presencia en el encuentro de fuertes exportadores, como México o Arabia Saudita, y de los principales consumidores, como el propio Estados Unidos y el país anfitrión, China.
Aunque el tema general del encuentro del también denominado G-20 (al igual que el grupo de países que cuestiona los subsidios agrícolas de las grandes potencias en el seno de la OMC) es “Cooperación: promover un desarrollo económico mundial equilibrado y ordenado”, la delegación estadounidense ya anticipó que impondrá el debate acerca de la energía. También formulará un reclamo a los países productores para que reinviertan sus enormes beneficios actuales en ampliar la capacidad de refinación, para atenuar la tendencia a la suba en los precios y prepararse para una demanda en constante crecimiento.