En el minué que el Gobierno y el Fondo Monetario vienen bailando desde hace meses, ayer le tocó al titular del organismo hacer su movimiento. Rodrigo Rato volvió a manifestar que está dispuesto a negociar con Argentina y que sólo es cuestión de que las autoridades del país lo pidan formalmente. El ex ministro de Hacienda de José María Aznar hizo esas declaraciones desde China, tras reunirse con Roberto Lavagna.
“He hablado con Lavagna, pero no de trabajo”, indicó Rato. Ambos se encuentran participando de la reunión del Grupo de los 20 en Gran Epoch, una ciudad a las afueras de Pekín. El ministro argentino prefirió guardar silencio después de esa reunión. En cambio, la oficina de prensa del Palacio de Hacienda destacó el buen resultado de las entrevistas que el jefe de esa cartera mantuvo con el presidente chino, Hu Jintao, y con el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Alan Greenspan.
“Como he dicho en otras ocasiones, cuando los argentinos estén dispuestos a negociar, si quieren hacerlo, nosotros no tendremos ningún problema”, destacó Rato, quien sabe que el Gobierno postergará el inicio del diálogo hasta que pasen las elecciones.
Otro participante de la cumbre del G-20 es el presidente del Banco Central, Martín Redrado, quien ayer le restó importancia al repunte inflacionario de los últimos meses. “No es algo para estar tremendamente preocupados desde una perspectiva monetaria. La inflación no es un fenómeno generalizado y no se está espiralizando de ninguna manera”, afirmó. El jefe de la autoridad monetaria también sostuvo que “deberemos tener mucho cuidado si hay efectos de ‘segundo-round’, pero hasta ahora no hemos detectado ninguno”, en referencia a aumentos de precios que se deriven de otros anteriores y puedan impulsar una tendencia alcista permanente. La suba del costo de vida en septiembre fue del 1,2 por ciento, impulsada por los precios de alimentos, bebidas e indumentaria. Redrado también hizo notar que los servicios desplazaron a los bienes como impulso de la inflación durante los últimos meses, y destacó los esfuerzos del Gobierno por mantener a raya los valores de los productos de la canasta básica. Para la clase media, la nueva ola inflacionaria vendrá por el aumento de las prepagas.