ECONOMíA
Argentina negociará con el FMI en “algún momento” que no es ahora
Roberto Lavagna dijo en China que todavía “no hay fecha” para negociar con el Fondo. Fue luego de que su titular, Rodrigo Rato, se mostrara dispuesto a iniciar diálogos bilaterales.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, aseguró desde China que Argentina está dispuesta a reanudar el diálogo con el FMI en busca de un acuerdo, pero aún no está definido cuándo. Las declaraciones de Lavagna se produjeron un día después de que el titular del organismo financiero, Rodrigo Rato, dijera que el Fondo esperaba una señal del país para comenzar a negociar. El ministro destacó también la importancia de que el G-20 haya reconocido en su declaración final que no existe un único modelo de desarrollo para todos los países, un dato que “debe ser leído y tomado en cuenta” por los organismos financieros, agregó.
El intercambio de declaraciones al estilo de viejos amantes desencontrados se produjo tras el almuerzo que Lavagna y Rato mantuvieron el sábado, un encuentro realizado al margen de la reunión de ministros de Finanzas de los 20 países con más peso económico del planeta, celebrada este fin de semana en Xianghe, cerca de Beijing (Pekín). El titular del FMI declaró el mismo día que “cuando estén dispuestos a negociar, si es que lo están, colaboraremos con el gobierno argentino”.
Lavagna expresó un día después, ayer domingo, que Argentina también está dispuesta a negociar, pero que la búsqueda de un nuevo acuerdo se producirá “en su momento”. “Todavía no hemos establecido una fecha” para volver a conversar temas bilaterales, precisó.
El Fondo, es decir el puñado de países ricos que lo controlan, le exige a la Argentina que efectúe alguna oferta para los llamados holdouts, los bonistas que rechazaron la propuesta de canje de la deuda en default. El canje fue cerrado en la primera parte del año con una adhesión del 76,15 por ciento. A esta demanda se suma el pedido de aumento de tarifas para las privatizadas, es decir para las empresas de esos mismos países centrales que operan los servicios públicos en la Argentina. En realidad la respuesta de Lavagna no podría haber sido más fiel al espíritu de la solución que, a ambos temas, planea la administración de Néstor Kirchner: resolverlos en “algún momento” aún no definido. En el interín, tanto ministros como funcionarios de segunda línea repiten que no habrá ni aumentos de tarifas ni nueva oferta a los bonistas (ver aparte).
Argentina le debe al FMI unos 11.500 millones de dólares en total. Si bien la deuda no es grande en relación a la deuda pública en su conjunto, que ronda los 125 millones de dólares, el problema es que el grueso de los vencimientos con la entidad financiera se concentran en los próximos años, lo que agregado al resto de las obligaciones del sector público supone una pesada carga financiera para el futuro mediato.
Un dato interesante de la cumbre fue el reconocimiento, por parte del G-20, de la inexistencia de un modelo uniforme de desarrollo que sirva por igual a todos los países. “En la primera sesión discutimos sobre la necesidad de reformar las instituciones surgidas de Bretton Woods y nos comprometimos a apoyar fuertemente desde el G-20 estas reformas. En la segunda reconocimos que no hay modelos uniformes de desarrollo que sirvan por igual a todos los países.” En consecuencia, “reconocimos que cada país debe seguir las políticas que mejor reflejen sus específicas características”, describió el ministro, para quien este mensaje, “debe ser leído en conjunto y tomado en cuenta” en las discusiones entre organismos internacionales y naciones.
En otro orden, Lavagna criticó la propuesta de reducción de subsidios agrícolas realizada por Estados Unidos y la contrapropuesta europea, rechazada por Francia. “Es bueno que haya habido propuestas nuevas, pero por ahora son todavía iniciales”, evaluó el ministro.
Subnotas