ECONOMíA
› ANTICIPAN MAYORES SUBAS EN EL PRECIO DE LA CARNE
Llega la hora de las pastas
El fuerte aumento del precio de la carne en el mercado de Liniers durante la última semana puede continuar y trasladarse a los consumidores. Así lo indicó ayer el vicepresidente de la Asociación de Propietarios Carniceros de la Ciudad de Buenos Aires, Alberto Williams, quien expresó su “temor” a que se produzca esa situación. El trabajoso acuerdo que logró la Secretaría de Agricultura con frigoríficos, consignatarios y demás actores de la industria de la carne para evitar un aumento al público se está deshilachando. De acuerdo con los relevamientos de asociaciones de consumidores, algunos cortes subieron entre 5 y 10 por ciento en los últimos días.
Williams, por su parte, admitió que los incrementos oscilaron esos niveles. Pero aclaró que la magnitud de la suba depende de varios factores. A modo de ejemplo, dijo que “hoy el kilo de asado se paga en mostrador entre 8 y 9,50 pesos según la calidad de la carne, el barrio y la demanda de esa carnicería”. El empresario consideró que la prohibición de faenar animales de un peso menor a 260 kilos explica los aumentos. “El objetivo de aumentar el stock ganadero es muy bueno”, concedió, pero sostuvo que “el problema está en el plazo”. “El ciclo ganadero no es de tres meses como el del pollo, tiene tres años”, advirtió. “El plazo es muy brusco porque no da lugar a la recuperación del productor”, insistió.
En octubre pasado, la Secretaría de Agricultura estableció la escala que regirá el progresivo aumento del peso mínimo de faena, de 260 kilos en una primera etapa hasta llegar a 300 kilos, en enero próximo. Para el dirigente, “el retiro de terneros que no superaban los 260 kilos para faenar se tuvo que suplantar con vaquillonas, lo que hizo que el precio de éstas subiera arrastrando al resto del mercado”. “Desde un primer momento advertimos (carniceros y matarifes) que podría haber problemas”, recordó Williams.
En el Ministerio de Economía interpretan que las subas también fueron una suerte de reacción corporativa de los empresarios de la carne frente a la eliminación de reintegros a la exportación decretada el último jueves. Si la pelea sigue creciendo, el Gobierno puede amenazar con una suba de retenciones. Los aumentos en la carne son un problema serio por su impacto global sobre la inflación, pero sobre todo en la canasta alimentaria, que marca la línea de la indigencia.