ECONOMíA
› MOYANO ATACO AL MINISTRO DE ECONOMIA Y SE MOSTRO AMENAZANTE
Camión con acoplado sobre Lavagna
El jefe de la CGT endureció su posición el mismo día en que Kirchner respaldó al titular de Hacienda. Ambos se reunieron en Casa Rosada para analizar el plan contra la inflación.
Tras su regreso a Buenos Aires, Néstor Kirchner eligió a Roberto Lavagna para sostener su primer encuentro con un ministro. Fue un día después de que el titular de Economía embistiera contra los empresarios de la alimentación y contra los sindicalistas “setentistas”. La reunión sirvió para mostrar el buen momento de la relación entre ambos y para ratificar el respaldo presidencial al jefe de Hacienda cuando éste abrió varios frentes de conflicto. El protagonista central de las peleas fue ayer el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, quien le pidió a Lavagna que “si no tiene la capacidad para controlar la inflación, que no busque otros culpables”.
El líder camionero no moderó sus críticas por el hecho de que las últimas medidas anunciadas por Economía contaran con un claro apoyo de Kirchner. Incluso, sus reproches incluyeron al Gobierno en su conjunto. “Si ellos tienen la responsabilidad de controlar la economía, yo tengo la responsabilidad de que los trabajadores tengan salarios dignos, y no voy a eludirla”, sentenció, en lo que pareció una advertencia de una eventual escalada de la protesta gremial. “No puede ser que por un aumento de salario legítimo que necesitan los trabajadores se los quiera hacer responsables de que producen los males de la economía del país”, agregó.
Moyano había sido acusado por Lavagna el día anterior por promover el bloqueo de cuatro terminales de distribución de combustibles de Repsol-YPF, en medio de un conflicto salarial de trabajadores de su sindicato con la empresa española. Pero el ministro había sido todavía más enfático en su reproche a los empresarios de la alimentación por sus reclamos por la eliminación de reintegros a las exportaciones. Este sector ayer prefirió hacer silencio, luego de haber iniciado la controversia el último lunes. En parte, esto se explica porque la Copal (cámara de empresas de la alimentación) quedó sola en el conflicto, luego de que la Unión Industrial decidió hacerse a un costado.
El escenario lo copó Moyano. Uno de sus pedidos es que el Gobierno eleve el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, ya que con su nivel actual –fijado hace más de cinco años por José Luis Machinea– muchos trabajadores sufren descuentos en sus haberes para hacer frente al tributo. “Si el ministro de Economía o el Gobierno en su conjunto no deciden aumentar el mínimo no imponible, los gremios van a salir a pedir más aumento”, amenazó Moyano. “Hay trabajadores como los petroleros y los camioneros que pagan entre 900 y 1000 pesos por mes”, aseguró, aunque la cifra parece más bien el descuento a un ejecutivo antes que a un trabajador. Sin embargo, Moyano ratificó esos números y dijo que “es un disparate”.
Ni Kirchner ni Lavagna le respondieron. De todos modos, en la reunión entre ambos revisaron la estrategia frente a la suba de precios y analizaron los pasos a seguir frente al FMI. Durante la tarde circuló una versión sobre que el Gobierno tomaría alguna decisión “importante” en relación al organismo de crédito, pero luego fue relativizada por los voceros oficiales de la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda.
En cuanto a la polémica por los dichos de Lavagna, desde sectores empresarios surgieron tanto críticas como señales de apoyo al ministro. En el primer caso, el titular de CAME, el ex menemista Osvaldo Cornide, se reunió con Moyano y luego esa entidad y la CGT emitieron un comunicado conjunto en el que destacaron que “los incrementos salariales no son la causa de la inflación, sino que ésta se manifiesta por la acción de grupos monopólicos”. En la otra vereda se ubicaron los presidentes de la Cámara de Comercio, Carlos De la Vega, y de la Cámara de Exportadores, Enrique Mantilla, quienes defendieron a Lavagna y justificaron sus medidas.
Subnotas