Jue 15.12.2005

ECONOMíA  › DIPUTADOS PRORROGO GANANCIAS Y DEMAS IMPUESTOS HASTA EL 2009

Prueba superada para la recaudación

Con la sanción en la Cámara baja, al Gobierno se le allana el camino para aprobar el Presupuesto 2006 con las metas pautadas.

› Por Adriana Meyer

La Cámara de Diputados aprobó anoche en general la prórroga hasta el año 2009 del impuesto a las Ganancias, que vence a fin de año, y debatía en particular los artículos de la iniciativa. La extensión de este gravamen, que fue aprobada por 129 votos afirmativos y 100 en contra, contempla también la extensión por tres años del impuesto a los bienes Personales, al Monotributo, destinado a las pymes y a los trabajadores independientes. De esta forma, y con el número obtenido, el oficialismo –que impulsó la votación por mayoría simple de la extensión de estos gravámenes– logró sancionar la prórroga de estos impuestos por mayoría especial, tal como reclamaba la oposición.
El oficialismo transpiró la camiseta pero salió airoso de su primer examen en la Cámara de Diputados. Tras una intensa polémica respecto de cuál es la mayoría con la cual se debía aprobar la prórroga de los impuestos que vencen a fin de año, que, en conjunto, representan unos 50 mil millones de recaudación anual, los hombres de Néstor Kirchner lograron aprobar la continuidad de un primer paquete de gravámenes referidos a las transferencias bancarias, los cigarrillos y los reintegros a las exportaciones. Lo lograron con por 172 votos a favor sobre 45 en contra, con el apoyo del macrismo, el duhaldismo y el socialismo. Si bien el número era más que suficiente aun si se hubiera aplicado mayoría especial (129 votos positivos) tal como pretendía la oposición, el presidente de la Cámara baja, Alberto Balestrini, fue forzado a explicitar que aplicó la mayoría simple. “Usted define (a Balestrini) pero después habrá planteos judiciales”, advirtió Elisa Carrió, ante lo que calificó como una “falta de prolijidad constitucional”. El punto más álgido fue la posibilidad de que se elevara el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, que afecta a sectores medios y asalariados. Pero fue aprobado con estrictos 129 votos, y la oposición no logró modificar el proyecto oficial. Pero en la votación en particular les faltó uno y eso podría hacer caer la ley.
Apenas comenzó su intervención, el jefe del bloque K, Agustín Rossi, elogió a sus pares “por participar de la sesión y recuperar la actividad de la Cámara”, pero el agradecimiento se le volvió en contra y, finalmente, debió pedir disculpas. “La Cámara no funcionó porque el Poder Ejecutivo le decía a los diputados de su bloque que no dieran quórum, que no podían funcionar 20 días antes y mucho menos después de las elecciones por miedo a que no salieran las leyes económicas, y para eso venían a mi despacho para decirme que no sesionara”, gritó desde el otro extremo del recinto el ex presidente del cuerpo, Eduardo Camaño. La diputada del ARI María América González agregó: “Nosotros estuvimos tratando de sesionar hasta el hartazgo, pero no se pudo porque el oficialismo tenía órdenes de no hacerlo”. Rossi, asumido en diciembre, tuvo que disculparse. “No tuve el más mínimo espíritu de agredir a nadie”, se excusó. Y acudió a las bancas de Camaño y González a hacerlo cara a cara.
La extensión tributaria, que la semana próxima será tratada en el Senado, es esencial para asegurar el nivel de superávit fiscal del gobierno nacional. La prórroga alcanza dos grandes conjuntos de impuestos. Los primeros que fueron debatidos se extienden hasta 2006, mientras que el segundo grupo abarca al monotributo, el impuesto a las ganancias, a los bienes personales, a los juegos deportivos y de azar y al capital de las cooperativas. En este caso la prórroga es hasta 2009.
La oposición reclama, por ahora sin éxito, que se eleve el piso del impuesto a las ganancias, que actualmente se ubica en 1850 pesos. “Hay 700 mil trabajadores que tienen que pagar impuesto a las ganancias, por eso tenemos que preguntarnos quién sostiene el superávit fiscal”, argumentó la duhaldista Graciela Camaño. En el inicio de la discusión, el radical Miguel Angel Giubergia y el adolfista Claudio Poggi habían reclamado también una mayor distribución impositiva para las provincias y criticaron la centralidad de la Nación en el manejo de los flujos tributarios. Desde el ARI, Adrián Pérez prefirió cuestionar la inequidad social del sistema y de la presión tributaria. El macrista Federico Pinedo, en cambio, apuntó especialmente contra el impuesto al cheque y a los bienes personales.
La discusión sobre los votos necesarios para aprobar las prórrogas fue un capítulo aparte. Por mandato constitucional, los impuestos con destinos específicos necesitan una mayoría especial para su aprobación en el Congreso. Pero las autoridades del oficialismo argumentaron que la exigencia es solamente aplicable cuando se trata de crear un nuevo gravamen. Carrió aseguró que sin mayoría especial las asignaciones específicas podían caer y las provincias tendrían derecho a reclamar que se volvieran coparticipables. “Las cámaras tienen facultades para interpretar su modalidad de funcionamiento”, terció el macrista Jorge Vanossi. Y Balestrini se aferró a ese argumento y resolvió que la votación se resolvería por mayoría simple.
Al cierre de esta edición, los diputados, algo confundidos por el cansancio, se peleaban porque tenían sólo 128 voluntades para aprobar la prórroga de bienes personales. ¿El motivo? Una diputada entró al recinto y votó cuando ya había comenzado el conteo.

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