ECONOMíA
› ACUERDO DE PRECIOS POR LOS LIBROS ESCOLARES
Los manuales siguen de oferta
Primero fueron las rebajas en los supermercados y enseguida los distintos acuerdos con los formadores de precios. En la canasta entraron desde alimentos a productos de perfumería, cosméticos y medicamentos. En esa estrategia por bajar las expectativas inflacionarias, el Gobierno firmó ayer un convenio con las editoriales más importantes del país. El compromiso fue mantener los precios de los libros escolares durante el período lectivo 2006.
El nuevo acuerdo fue una extensión del que se viene firmando con el sector editorial desde el año 2003. Los precios de los libros de texto se mantienen congelados desde ese momento. Néstor Kirchner recibió en su despacho a los empresarios de las cámaras de Publicaciones y Del Libro para rubricar el convenio y también estuvieron presentes los ministros de Economía y Educación, Felisa Miceli y Daniel Filmus, respectivamente.
Alrededor de medio centenar de editoriales forman parte del compromiso. La industria de los libros escolares tuvo una fuerte expansión desde la salida de la crisis. En la actualidad se producen alrededor de nueve millones de libros por año, a razón de uno por alumno. Esta relación fue muy inferior durante la última recesión económica y posterior explosión de la convertibilidad: se editaba a razón de tres manuales cada diez alumnos.
Con el acuerdo, los precios serán los mismos que hace tres años. Para el primer ciclo, entre primer y tercer grado de la primaria, los libros costarán 28 pesos en promedio.
¿Cuál es el secreto del congelamiento de precios si los propios empresarios advierten que sus costos tuvieron un fuerte incremento desde el 2003? De hecho, el papel se cotiza a nivel internacional y atraviesa por un ciclo de precio histórico alto. Responde Pablo Avelluto, de la Cámara Argentina de Publicaciones: “Hubo dos hechos determinantes: uno, que el Estado se haya comprometido a comprar grandes volúmenes de libros. Y otro, que el Ministerio de Educación tenga una campaña para convencer a los maestros de utilizar los libros de textos, de manera de mejorar la calidad educativa”.
Es decir, según los empresarios, la ganancia se da por la producción en escala. El Estado, de hecho, adquiere la mitad de los 9 millones de libros que se elaboran. Los compra con un 50 por ciento de descuento sobre el precio al público.
Durante el acto en el despacho presidencial, los empresarios se comprometieron a mantener también la calidad, el contenido y la presentación de las obras.