La facturación de los supermercados en noviembre (1772 millones de pesos) fue un 20 por ciento superior que en igual mes del año pasado, mientras que las ventas en los shoppings (344 millones de pesos) crecieron un 36 por ciento. Pero ese aumento en la facturación esconde el “efecto inflación”: si se aísla el aumento de precios en estas cadenas de comercialización, el incremento de las ventas en los supermercados fue de 9,1 por ciento siempre en relación con el mismo mes del año pasado, y en los shoppings del 18,8 por ciento.
Una primera conclusión que surge de los datos difundidos ayer por el Indec es que los precios en los shoppings aumentaron en el último año más que en los supermercados, lo cual es lógico si se tiene en cuenta que en aquellos centros de compra suelen pasearse ciudadanos de mayor poder adquisitivo y, en algunos casos, hasta turistas extranjeros. Sin embargo, no conviene avanzar mucho más allá en la comparación, ya que los productos vendidos en los súper (fundamentalmente alimentos y productos de limpieza) difieren sustancialmente de las ventas en los shoppings (indumentaria y calzado, electrónicos y patio de comidas).
En noviembre los precios en los supermercados subieron un 3,26 por ciento, bastante por encima del índice de precios minoristas (IPC), que creció 1,2 por ciento. Vale aclarar que los precios que releva el Indec en los súper son un promedio de canasta muy variada de productos y, a diferencia de lo que ocurrió con el IPC durante todo 2005, hubo meses en que, gracias a las ofertas, este promedio de precios registró bajas. De hecho, en octubre, los precios en los súper habían caído 2,6 por ciento.
Sea como fuere, desde el Ministerio de Economía aseguran que las remarcaciones en las grandes cadenas de comercialización son lo que explica la desaceleración de las ventas en el sector y “el corrimiento de los clientes a los almacenes o supermercados de barrio”. En octubre, las ventas en los súper crecieron a precios constantes –y desestacionalizadas– apenas 0,9 por ciento en relación con octubre.
Pero para no pintar un panorama tan pesimista, en Economía destacan que para diciembre, aunque todavía no hay información disponible, “la baja de precios, junto a las ventas navideñas y los planes de financiamiento en 12 cuotas, habría atraído nuevamente a la gente a los hipermercados”.
Vale recordar que durante noviembre, el presidente Néstor Kir-chner mantuvo un duro cruce con los principales directivos de las cadenas de supermercados a quienes acusó de “cartelizarse” para aumentar los precios. El 1° de diciembre, justo el día de su asunción, la ministra de Economía, Felisa Miceli, suscribió un nuevo acuerdo con los supermercadistas para ofrecer con un 15 por ciento de descuento una canasta de 228 productos hasta fines de enero.
Un informe de la consultora AC-Nielsen afirma que las ventas en los supermercados, medidas en términos físicos, cerrarán el año con un alza de 9 por ciento. Pero advierte que en los últimos meses se percibe una desaceleración en el consumo por efecto de la inflación. “A medida que los precios fueron subiendo, también se desaceleró el consumo y de hecho el último bimestre que tenemos medido, agosto-septiembre, muestra un alza interanual del 6 por ciento”, destacó Fernando Subán, gerente comercial de AC-Nielsen.
Las ventas en los supermercados están hoy un 24 por ciento por encima del piso detectado en abril de 2003, pero aun así todavía están un 25 por ciento abajo del pico registrado en febrero de 2001.
En cuanto a los shoppings, en noviembre las ventas mostraron un repunte importante, en términos desestacionalizados, frente a octubre: crecieron 4,3 por ciento.