La ministra de Economía, Felisa Miceli, firmó ayer la resolución que instruye al Banco Central a pagar los 9810 millones de dólares destinados a cancelar la deuda con el Fondo Monetario. Simultáneamente, el Ministerio de Economía anunció que otorgará al Central “Letras Intransferibles”, en dólares y a diez años, por el mismo monto de la deuda cancelada, para equiparar pasivos y activos de esa entidad monetaria. Anoche se esperaban las “instrucciones de pago” por parte del FMI, tras lo cual el BCRA enviaría las correspondientes “órdenes de pagos”, contra un depósito que existe en el propio Fondo en Washington y otras reservas depositadas en el Banco Internacional de Basilea. La operación terminará de completarse el próximo martes 3 de enero.
“Argentina seguirá en el Fondo como un país miembro, pero seguro que ahora la relación será muy diferente”, dijo una fuente del Palacio de Hacienda, momentos antes de dar a conocer la resolución. El Fondo “seguirá observando la economía del país, pero ahora desde otro lugar, como habla de cualquier otra nación”, agregó.
El staff de técnicos del FMI seguirá elaborando un informe anual sobre la economía argentina, el llamado “Artículo IV”, en el que seguramente insistirá con sus “recomendaciones” de política en las áreas más sensibles: tipo de cambio, ajuste fiscal, tarifas públicas, sistema bancario, etcétera. Como hasta ahora, esos “consejos” reflejarán el lobby de los bancos, financistas y empresas de los países del G-7. Sin embargo, ese informe no será vinculante, ni mucho menos, ya que no habrá ningún programa vigente que obligue al gobierno argentino a adotar esas medidas. A decir verdad, desde mediados de 2004 que el Gobierno decidió suspender todo acuerdo con el Fondo y desde entonces pagó puntualmente todos los vencimientos de capital e intereses de la deuda, por lo que técnicamente desde hace un año y medio que no estaba forzado a aplicar ninguna de las políticas reclamadas por el organismo.
A través de una resolución, el Ministerio de Economía instruyó ayer al BCRA “para que proceda al pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional conforme a lo dispuesto por el decreto 1601/05”, según se explicó en un comunicado difundido por el Palacio de Hacienda. Además, esta norma instruye a las secretarías de Hacienda y de Finanzas “para implementar el canje de la deuda que el Ministerio de Economía mantiene con el Banco Central como contrapartida del pago de la deuda con el FMI”.
Dicho de otro modo: como el pago al FMI se realizará con reservas del Banco Central, a cambio la entidad monetaria recibirá una “Letra Intransferible” del Tesoro. Así, el Tesoro se compromete a devolver los dólares al Central en un plazo de 10 años, a cancelar íntegramente al vencimiento del título, que “devengará una tasa de interés igual a la que devenguen las reservas internacionales para el mismo período y hasta un máximo de la tasa Libor menos un punto porcentual, pagaderos semestralmente”.
La resolución que libera las órdenes de pagos será publicada el lunes en el Boletín Oficial. Recién a partir del martes 3 de enero el dinero se acreditará en la cuenta del organismo, debido a que el lunes es feriado en Estados Unidos. Argentina ya tiene depositado en el FMI alrededor de 5000 millones de dólares de sus reservas, de manera que el organismo trasladará a su cuentas esos depósitos, con un simple asiento contable. El resto de los pagos se realizará con transferencias que hará el BCRA de sus depósitos en el Banco Internacional de Ajustes de Basilea, hasta completar la cifra de los 9810 millones de dólares. Una fuente del Palacio de Hacienda explicó que los 219 millones de dólares excedentes del canje de la deuda en “default” con los privados, y que el ex ministro de Economía Roberto Lavagna los iba a destinar a la recompra de los nuevos títulos públicos entregados en el canje de deuda, se destinarán ahora a cancelar la deuda con el Fondo.
Una vez que el FMI acredite estos pagos entregará los documentos correspondientes a la cancelación de la deuda. El Congreso ya autorizó al Poder Ejecutivo a realizar el pago convalidando el decreto que creó las llamadas “reservas de libre disponibilidad”, es decir, aquellas que exceden el respaldo del 100 por ciento de la base monetaria (los pesos circulantes en la economía más los encajes de los bancos en el Central). La base monetaria asciende hoy a 56.937 millones de pesos, es decir unos 18.700 millones de dólares a una paridad de 3,05.
Para saldar la deuda con el FMI, el Gobierno utilizará un tercio de las reservas del Central, las cuales quedarán en alrededor de los 18.500 millones de dólares, desde los 28.121 millones en que se encontraban ayer.
No obstante, vale aclarar que bajo un régimen de tipo de cambio flexible con el vigente no hay ninguna necesidad de que el Central respalde con sus reservas la totalidad de la base monetaria, lo que sí era obligatorio durante la convertibilidad.
Sea como fuere, ayer Martín Redrado, titular del Banco Central, explicó que la entidad prevé recuperar a lo largo de 2006 la totalidad de las reservas perdidas, mediante la adquisición de dólares (proveniente del superávit comercial y el ingreso de divisas financieras) contra la emisión de pesos (ver página aparte). Esas política agresiva de compra de dólares, similar a la que llevó a cabo durante el 2005, evitaría además que el tipo de cambio cayera por debajo de los 3 pesos.