La industria textil pasó de la agonía a convertirse en una de las estrellas de la actividad fabril después de la devaluación. Esa perspectiva se mantiene para este año, dado que la mayoría de los fabricantes de hilados, telas y prendas de vestir proyectan fuertes aumentos en sus ventas al mercado interno, en las exportaciones y, por ende, tienen planes para ampliar su capacidad instalada.

Los datos surgen de un relevamiento efectuado por la Fundación ProTejer entre 120 firmas del complejo textil y de la indumentaria. El estudio arrojó que un 66 por ciento de los empresarios prevé aumentar este año su capacidad productiva, un 44 por ciento planea emplear más personal y otro 66,4 por ciento espera vender más en el mercado interno.

Con esos números en la mano, la entidad concluyó que en 2006 “se mantendría la tendencia alcista de la inversión posdevaluación”. El informe también estimó en 570 millones de pesos las inversiones en maquinaria importada durante 2005 (un 13 por ciento más que en 2004) y destacó que esos desembolsos permitieron una baja del 6 por ciento en el uso de la capacidad instalada durante el último trimestre de 2005.

“Estas cifras son elocuentes y demuestran un claro sendero de expansión de la oferta de producción nacional en base a las inversiones productivas realizadas”, remarcó el titular de ProTejer y propietario de la hilandera TN Platex, Aldo Karagozian.

Según la Encuesta Industrial del Indec, el complejo textil triplicó su volumen físico producido en los últimos tres años, luego de haber tocado fondo a mediados de 2002. Aguas abajo, los fabricantes de prendas de vestir también se frotan las manos: el presidente de la Cámara de la Industria Argentina de la Indumentaria (CIAI), José de Mendiguren, señaló que “hoy hay en el sector unos 11.600 establecimientos, cuando en 2002 éramos menos de la mitad”.