Un par de meses pasaron desde los incidentes en la estación de Haedo, que quedaron como símbolo del mal servicio ferroviario. El Gobierno dio ayer una señal que busca cambiar el panorama en el sector y se anunciaron inversiones millonarias. En total serán 5000 millones de pesos.

Los fondos se repartirán entre los trenes y la red de subterráneos. La idea es extender, antes de 2008, las líneas de ambos servicios. Con respecto a los trenes existe un claro incentivo económico: se busca alentar la productividad de las economías regionales a través de la recuperación de los corredores de carga y la rehabilitación de convoyes de pasajeros al interior del país. En los subtes, más allá de las extensiones que ya están en marcha, se prevé extender la Línea E hasta el aeropuerto internacional de Ezeiza. Los objetivos quedaron plasmados en el decreto 1683/2005, que abarca un extenso plan de obras y adquisición de bienes para servicios ferroviarios, y que ayer salió publicado en el Boletín Oficial. Una parte de los fondos que demande la ejecución de las obras será aportada por las empresas que ganen las licitaciones que harán las actuales concesionarias de ferrocarriles.

La mayoría de esas inversiones se ejecutarán en el período 2006-08 y tendrán impacto principal sobre las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Tucumán y La Pampa.

Entre las obras previstas, está dispuesto modernizar el señalamiento, mejorar las vías y comprar trenes nuevos y usados. Las principales inversiones incluyen la electrificación integral y la ampliación del servicio Retiro-Caminito de la línea Belgrano Norte. Respecto de los subtes, además de la ampliación de la Línea E, el Gobierno encargó a la empresa francesa Alstom 16 vagones adicionales para la red, que opera el grupo Roggio. Estos vagones serán para la Línea D.