El equipo económico activó las reuniones con distintos grupos empresarios para avanzar en las negociaciones por los nuevos acuerdos de precios y ayer fue el turno de La Serenísima, Aguas Danone, Molinos, Unilever y Kimberley Clark. Así lo admitió una fuente del Palacio de Hacienda, que reiteró la estrategia oficial de no brindar “mayores detalles” de las reuniones hasta que se firmen los nuevos acuerdos para evitar “problemas” en las negociaciones. Comenzaron a discutir una lista de productos que podrían integrar la canasta de bienes con precios acordados, que se pretende que entre en vigencia a partir del 1º de febrero.

“Es claro que si muchos acuerdos de precios vencen a fin de mes y todas las negociaciones apuntan a la renovación de los mismos, de ahí que se mantengan permanentes encuentros con distintos sectores, especialmente con empresarios que tienen peso en las decisiones de las empresas líderes”, indicó la fuente. Al respecto, se aclaró que “todos los productos que de alguna manera se vinculan con la canasta de alimentos son considerados de gran sensibilidad y, en consecuencia, formarán parte de los nuevos acuerdos”.

El equipo económico, encabezado por el secretario de Política Económica, Oscar Tangelson, se reunió anteayer con los directores comerciales de las principales cadenas de supermercados: Carrefour, Coto, Wal Mart y Jumbo. Simultáneamente, las autoridades de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos mantienen encuentros con sectores vinculados con las carnes, uno de los rubros más problemáticos a la hora de consensuar una estrategia de precios. Si bien el precio de la carne bajó alrededor de un 15 por ciento en el Mercado de Liniers, esa reducción no se trasladó en la misma medida ni a las carnicerías ni a las góndolas de los supermercados. Por eso el Gobierno quiere aceitar todos los circuitos y hoy a la mesa de negociaciones se sentarán los principales representantes de la Mesa de Ganados y Carnes.

Todo este esquema de “red de acuerdos” tiende a extender los plazos de los convenios que vencen a fin de mes, con una activa participación del Estado que ya se hizo notar en los acuerdos anuales firmados con las principales empresas lácteas del país. “Cuando preguntan en qué se basa el modelo francés en el que estamos haciendo hincapié les respondemos que ellos establecieron un consenso con todos los sectores involucrados en la cadena de valor”, concluyó la fuente.