La Mesa de la Ganadería y la Industria Cárnea, que reúne a funcionarios, industriales frigoríficos, productores y consignatarios, volvió a postergar una definición en torno de un congelamiento de precios por un año. “Estamos muy cerca, sólo queda la letra chica”, aseguraron algunos de los presentes, tras un encuentro que demandó cuatro horas de discusión por segundo día consecutivo. Era el acuerdo que el Gobierno esperaba con más expectativa. En cambio, pudo concretar otros tres mucho menos trascendentes referidos a precios de dos artículos lácteos en un caso, siete productos de limpieza en otro y a la tarifa de excursiones y un menú turístico en restaurantes en un tercero.

El Ejecutivo viene pujando por lograr que la industria traslade al mostrador las rebajas del 10 al 15 por ciento que ya se verificaron en el precio de la hacienda en Liniers. Los frigoríficos, a cambio, piden una compensación en sus ingresos a través de una rebaja en las retenciones a las exportaciones. Hasta el jueves, las posiciones parecían irreductibles, aunque las partes coincidían en la expectativa favorable de arribar a un acuerdo. Ayer, tras una nueva agotadora discusión, lograron arrimar posiciones. Los detalles finales quedaron para el lunes, tras consensuar un nuevo cuarto intermedio.

Según fuentes que participaron del encuentro, los términos del acuerdo serían similares a los que se viene intentando cerrar con otros sectores de la alimentación: compromiso de congelamiento de precios por un año, pero revisable cada dos meses en función de la evolución de costos. El Gobierno resignaría el intento de bajar el precio de los cortes más populares, pero buscaría garantizar, con participación de la producción, que la oferta se mantendrá en niveles que permitan mantener el abastecimiento sin problemas de presión de la demanda.

El acuerdo por la carne debía ser la culminación de una jornada muy activa en materia de negociaciones por precios, que empezó temprano con la firma del acuerdo con Danone, limitada a sólo dos productos de su extensa gama de artículos: el queso crema Casancrem de 320 gramos y el yogur Yogurísimo Firme de 200 gramos. Días atrás, se había alcanzado un acuerdo algo más generoso con Mastellone y SanCor, las otras dos empresas líderes del mercado.

Más opaco aún fue el resultado de las negociaciones por productos de limpieza, que quedó limitado al compromiso de la firma Queruclor de mantener el precio de sus lavandinas, líquidos limpiadores, detergentes y jabón en polvo, quedando postergado el acuerdo que en igual sentido esperaba firmarse con la empresa líder Procter & Gumble.

Aun menos resonante resultó el anunció del compromiso de entidades de agentes de turismo, hoteleros y gastronómicos para “hacer sus mejores esfuerzos” en contribuir a una reducción de precios de hasta 20 por ciento en excursiones, paquetes de viaje y un menú turístico en restoranes. Demasiado poco para una batalla tan grande como el combate a la inflación.