Tal vez ocurrió como en el fútbol: la marca personal se hace sobre el jugador más difícil, el que desequilibra, y se quita presión sobre el jugador menos hábil, el que menos chances tiene de hacer un gol. En el tema de los precios, el primer caso puede equipararse al sector de la carne. Todo el Gobierno está dedicado a abortar más amagues. La atención está puesta sobre los ganaderos y los carniceros. Pero, al final, el gol lo metió otro: en este caso los laboratorios, que acaban de remarcar los medicamentos entre 3 y 5 por ciento, aunque hay algunos que en las últimas horas subieron mucho más, entre 15 y 20 por ciento.

Hasta ahora, el Gobierno había logrado mantener los remedios a raya. El acuerdo firmado con las cámaras del sector a fines del año pasado había permitido una rebaja del 10 por ciento en 237 productos, al tiempo que garantizó la estabilidad del resto. Pero cuando ese convenio venció, a los sesenta días, se firmó otro que les dejó a los empresarios la puerta abierta a las remarcaciones.

En esta última versión se creó una comisión de seguimiento de precios, pero se dejó sin efecto el compromiso de los laboratorios, tanto extranjeros como nacionales, de mantener los valores encorsetados. Y hubo aumentos. Justo cuando el Gobierno está obsesionado con mantener la inflación por debajo de la del año pasado.

Un relevamiento del mercado farmacéutico realizado por la liga de defensa de los consumidores Deuco detectó que en lo que va de abril hubo incrementos en nada menos que 800 medicamentos. Alzas que fueron aplicadas por un total de veinte laboratorios. Esta no fue la única ola de remarcaciones. Deuco advirtió que también hubo subas de la misma magnitud hace un mes, pero en otros remedios.

Las farmacias recibieron las nuevas listas de los principales fabricantes. El laboratorio Roemmers fue el que más productos remarcó: un total de 177. Le siguió Ivax Argentina, con 150; Merck Química, con 92 y Bagó, con 70. Como puede apreciarse, los ajustes fueron encabezados por empresas de primera línea.

Los aumentos alcanzaron a varios rubros y a medicamentos de venta masiva. Los antibióticos y los psicotrópicos, dos de los rubros más vendidos por las farmacias, se encuentran entre los que más sufren los ajustes. En la primera semana de este mes, la línea de Rivotril (ansiolítico, anticonvulsivo, del laboratorio Roche) se incrementó entre 1,5 y 3 por ciento, de acuerdo con las distintas presentaciones. Cuestan entre 15,20 y 26,60 pesos. En ese mismo rubro, Kalmalin, de Bagó, aumentó un 2 por ciento. Peor le fue a Dalcipran, un hipnótico de Roche que pasó de 40 a 42,80 pesos (4 por ciento).

Los antibióticos registraron cambios un poco más violentos. El Amoxidal (Roemmers) subió entre 0,4 y 1 por ciento. La caja de ocho comprimidos vale ahora 24,80 pesos. Otro antibiótico, el Anuar (Pfizer) avanzó 7,5 por ciento, a 12,90 pesos, mientras que el Amixen Plus (Bernabó) lo hizo en un 5 por ciento (22,21 pesos). La línea de Clarovil (Laboratorio Beta) se encareció 6 por ciento y ahora se vende entre 53 y 67,90 pesos. La versión inyectable de Cefalomicina (Bagó) se incrementó 5 por ciento, a 14,40 pesos.

Los medicamentos que más aumentaron fueron el antiespasmódico Spasmex 30, un 15 por ciento (104,41 pesos por 30 grageas) y el antihistamínico en jarabe Sinaler (Cassara), un 20 por ciento, a 5,90 pesos.