El gobierno chileno confirmó ayer que Argentina mantendrá este año el suministro de gas a Chile con similares niveles de reducciones que en el 2005, debido a sus necesidades internas de abastecimiento. “En base a la información de producción de gas de Argentina, y pese a que puedan ocurrir episodios específicos o cortes no programados, en general los niveles de abastecimiento de gas para este año se mantendrán muy similares a los del 2005”, dijo la ministra chilena de Minería y Energía, Karen Poniachik, luego de entrevistarse con su homólogo argentino, Daniel Cameron, durante una reunión de la comisión bilateral creada por ambos países para ese efecto.

Chile importa desde Argentina unos 22 millones de metros cúbicos diarios de gas, pero por las necesidades internas o en períodos críticos de invierno el abastecimiento se ve reducido entre dos y catorce millones de metros cúbicos. Cerca del 37 por ciento de la generación de electricidad en Chile depende del gas argentino, y las últimas restricciones han obligado al gobierno chileno a impulsar nuevas medidas de contingencia, entre ellas poner en operaciones plantas a carbón. Según una declaración conjunta difundida tras la reunión, las delegaciones acordaron iniciar conversaciones en breve en torno de un marco normativo que facilite la operación de mecanismos de sustitución de energía en el que se incorpore a Brasil, para optimizar la disponibilidad y los excedentes de energía que cada país tiene en diferentes momentos del año.

Las opciones analizadas incluyeron además alternativas referidas a proyectos de energía hidroeléctrica, biocombustibles y energía eólica.

“Particularmente se acordó establecer lazos específicos de cooperación e intercambio en el tema de los biocombustibles, de manera de poder dinamizar este sector y aprovechar la experiencia argentina en esta materia”, precisa el comunicado. El año pasado, el presidente argentino, Néstor Kirchner, y el entonces mandatario chileno, Ricardo Lagos, se comprometieron en Santiago a una solución conjunta a la crisis del gas, pero en definitiva no ha habido resultados concretos y los problemas energéticos afectan todavía a ambos países.