Los precios de los metales batieron ayer todos los records en el mercado mundial. No sólo subió el oro, la plata y el platino, sino también el aluminio, el cobre, el zinc, el níquel, el estaño y el plomo. Los metales preciosos se han convertido en un valor de refugio frente a la debilidad del dólar, las crecientes tensiones geopolíticas y la suba del petróleo, con sus temidas consecuencias inflacionarias. Mientras que los ferrosos suben debido a la mayor demanda de China e India en un contexto en el que se registran restricciones en la oferta.

La onza de oro cerró ayer a 721,50 dólares en el London Bullion Market, una cotización inédita desde 1980, acumulando 40 por ciento desde principios de año (ver aparte). La plata llegó a 15,21 dólares la onza por primera vez desde diciembre de 1980 y el platino batió su record histórico al rozar los 1300 dólares la onza. A comienzos de los ’80, los altos índices de inflación (en Estados Unidos llegó a 12 por ciento anual en 1980) hicieron que los inversores se refugiaran en los metales preciosos. Los analistas sostienen que será muy difícil que la inflación llegue a esos valores en la actualidad, pero el conflicto de Medio Oriente y la consecuente suba del petróleo están aportando la incertidumbre necesaria para generar una suba en sus cotizaciones.

En el caso de los metales básicos, la disparada es aún mayor, lo que ha impactado de lleno en los costos industriales. El cobre llegó a 8800 dólares la tonelada, 100 por ciento más que en diciembre. El aluminio tampoco se quedó atrás al subir un 48 por ciento. Ayer cerró a 3310 dólares la tonelada, la cifra más elevada desde 1978. El zinc también aumentó y llegó a 4000 dólares por primera vez desde 1915. Una suba similar experimentó el níquel, para llegar a 21.200, el máximo desde 1979. El estaño cotizó a 9600 dólares, su valor más alto desde mayo de 2004, y el plomo a 1300 dólares, aunque se mantuvo por debajo del record alcanzado en febrero, cuando llegó a 1435 dólares la tonelada.

En su informe de mayo, la consultora Economía y Regiones destacó que la cotización de los metales básicos ha impactado positivamente en la región cuyas exportaciones tienen un fuerte componente “metálico”. A Chile, el cobre le permitió aumentar sus exportaciones de 17.800 a 9500 millones entre 2003 y 2005, y para este año se espera una suba por encima del promedio de ese período. En el caso de Perú, exportador de oro, las ventas al extranjero casi se duplicaron en el mismo período.