Uruguay está siguiendo a Argentina en su debacle, pero tiene algunos salvavidas. El ministro de Economía Alberto Bensión anunció que la previsión que maneja para este año es una contracción de cerca del siete por ciento de la economía (cuando el pronóstico anterior era del 1,75 por ciento), mientras la administradora de fondos previsionales AFAP, que mide el riesgo país, lo hizo subir más hasta 1302 puntos. Pero el dólar se mantuvo estable en 20,5 pesos uruguayos, y el FMI anunció que librará un nuevo crédito de 1500 millones de dólares para emparchar las finanzas del país.
Ante el tembladeral que es hoy Uruguay luego de que el jueves pasado se anunciara la hasta ese momento desmentida devaluación del peso, Bensión tuvo que comparecer ante una comisión conjunta de ambas cámaras del Congreso uruguayo para explicar por qué hizo lo que hizo y qué se puede esperar de aquí en más. La pregunta fue unánime: cómo hará para que no se dispare una hiperinflación y qué tiene pensado respecto a las deudas en dólares. Para lo primero, el ministro dijo que la inflación de este año será del 12 por ciento, frente al 9,9 previsto oficialmente. Admitió que habrá repercusiones en las tarifas de los servicios públicos, como teléfonos, agua potable, energía y otros, pero aseguró que se está estudiando cuál es el real efecto y cómo reducirlo. Para lo segundo, fue terminante: “La pesificación es una mala palabra”. Las deudas quedarán entonces libradas a la negociación entre las partes.
Bensión se justificó ayer diciendo que explicó que “la realidad de la región ha cambiado; en consecuencia hemos cambiado la política cambiaria, porque creemos que es en el mejor interés de todos los uruguayos. Las perspectivas principales del país serán superar las gravísimas dificultades por las cuales el país ha estado atravesando, como consecuencia de una perturbación muy fuerte que viene del exterior. Este gobierno se ha enfrentado a problemas que el país no vivía desde prácticamente su existencia como país independiente. Hemos tratado de enfrentar todos estos problemas y creo que lo hemos hecho decorosamente”.
Bensión recalcó “el apoyo y la comprensión” del mundo financiero internacional y de los principales países desarrollados que deciden en los organismos internacionales “porque advierten que hemos sido víctimas de una situación de contagio, de la que no somos responsables”. El antigripal entregado por el FMI son 1500 millones de dólares frescos, que se suman a un crédito de 743 millones de dólares puesto a disposición en marzo, con lo que suman 2243 millones de dólares.
El peso uruguayo se mantiene estable. Desde el jueves, sufrió una devaluación del 16,2 por ciento.