La economía es un drama hasta para Estados Unidos, salvando las distancias. El Conference Board, un estudio privado que se dedica, entre otras cosas, a medir el índice de confianza de los consumidores, anunció ayer que dicho índice cayó en junio 3,9 puntos, a 106,4 puntos, contra 110,3 en mayo. La noticia coincide con una baja de la cotización del dólar frente al yen y al euro, que a su vez estaría en relación con la demora de la Reserva Federal en incrementar las tasas de interés, luego de sucesivos recortes el año pasado por el nivel de recesión previsto. Esta demora marcaría que la recuperación económica de Estados Unidos es muy leve.
Para sumar más datos a un panorama difícil, Wall Street cerró con bajas pronunciadas en el índice Dow Jones (1,67 por ciento) y el Nasdaq (2,49). “La percepción en el mercado es muy fea. Hay mucha desesperación”, comentó Anthony Iuliano, operador de la firma Glenmede Trust Co.
En general los analistas esperaban una baja de solo 2,2 puntos del índice de confianza en junio. “La debilidad del mercado de trabajo, condiciones comerciales bastante débiles y un declive de la confianza pública en las cuestionadas prácticas empresarias han contribuido a erosionar la confianza de los consumidores”, dijo Lynn Franco, directora de investigación del grupo de Conference Board. “No obstante, el nivel del índice apunta a que el gasto de los consumidores continúe y a un crecimiento económico moderado”, indicó.
Algunas versiones citadas por los diarios norteamericanos indican que con una inflación y un crecimiento aún bajo, la Reserva Federal, que finalizará hoy a las dos de la tarde su reunión para decidir qué hacer, está dispuesta a posponer el aumento de las tasas de interés por lo menos hasta setiembre, o incluso el año que viene. Este indicador de que la economía norteamericana no se está recuperando tan rápidamente como algunos preveían llevó a una demanda fuerte y sostenida sobre el euro, la libra esterlina, el yen, el franco suizo y hasta el oro. Eso hace que hoy el euro esté casi en una paridad absoluta con el dólar (0,98) y que el Banco de Japón interviniera el lunes para evitar una caída del dólar en Tokio. Mientras en Argentina todos están corriendo hacia el dólar, parece que en el exterior todos quieren sacarse de encima la moneda norteamericana.