El presidente venezolano, Hugo Chávez, abogó ayer por retomar una banda de precios para la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que fije la cotización mínima en 50 dólares estadounidenses por barril y la máxima “en el infinito”, y dijo que la Organización evalúa tomar al euro como moneda oficial de sus transacciones. Chávez adelantó que la Organización estudia propuestas para “acoger al euro como moneda oficial de sus transacciones porque el dólar se devalúa” aceleradamente y abogó por la incorporación de Ecuador y Bolivia a la OPEP.

“Sueño con ese día en que Venezuela deje de ser el único país miembro por América latina en la OPEP”, puntualizó al dar comienzo a la 141 reunión extraordinaria de la Organización en un hotel de Caracas. La decisión de desplazar al dólar como moneda oficial de las transacciones de la Organización petrolera ya había sido propuesta en su momento por el entonces presidente de Irak, Saddam Hussein. La OPEP, según Chávez, “garantiza el suministro petrolero mundial, pero también le garantiza a sus pueblos un precio justo, por encima de los 50 dólares el barril”.

Los ministros de Energía de los 11 países miembros de la OPEP participan en Caracas de la 141 reunión extraordinaria, para un debate con “sentido de urgencia” sobre cómo afrontar las “amenazas externas” contra varios de sus socios. “La OPEP no considera aumentar su producción en este momento. Creemos que hay sobreoferta y habrá que evaluar las circunstancias y estaremos atentos”, aseguró el mandatario venezolano. La mayoría de los países miembro está bombeando petróleo al máximo para aprovechar la bonanza de precios y superan su cuota en 1,8 millón de barriles, reveló la propia OPEP durante la primera jornada del encuentro ministerial. Chávez también insistió en exigir el retiro de las tropas extranjeras de Irak y “el cese de las amenazas” contra Irán, dos de los 11 socios de la OPEP.

En su discurso, aludió al carácter “antiimperialista, anticolonialista y liberador” de la Organización en favor de los países del Tercer Mundo, al que pertenecen sus 11 miembros. Por su parte, el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, al inaugurar la reunión sostuvo “fuimos exitosos en estabilizar el mercado, pero no se puede crear estabilidad externa sin estabilidad interna y me refiero a la de nuestros países en términos económicos, políticos y sociales”. Esa estabilidad, según Rodríguez, “está hoy amenazada por la sombra del intervencionismo y del terrorismo de Estado, producto del afán de adjudicarse reservas a la fuerza”, en alusión a la hostilidad de Estados Unidos hacia Irán y, acaso, su propio país.