La evolución de las ventas en supermercados y shoppings mostraron un comportamiento dispar durante mayo. En supermercados cayeron, contra igual mes de 2001, el 27,7 por ciento en términos de cantidades físicas. No obstante, la facturación aumentó el 10,4 por ciento debido al incremento promedio de precios del 52,7 por ciento. En los centros de compras, en tanto, la disminución interanual fue del 11,7 por ciento, mientras que con respecto al mes anterior se registró una suba del 6,7. En este contexto, un relevamiento de la consultora de mercado ACNielsen mostró que en el bimestre abril-mayo, la baja del consumo alcanzó al rubro alimentos, el que hasta ahora se había mantenido relativamente a salvo de la crisis.
Las cifras dadas a conocer ayer por el Indec mostraron que las empresas que dolarizaron sus precios consiguieron aumentar sus ingresos en pesos aun a costa de una fuerte caída del consumo. Así, la facturación de mayo alcanzó a 1203 millones de pesos, lo que equivale a mejoras de 10,4 por ciento en la comparación interanual y del 4,7 por ciento frente a abril. De enero a mayo las ventas medidas en pesos sólo se achicaron 0,2 por ciento, respecto a igual lapso del año anterior.
En los primeros cinco meses del año las ventas se redujeron 19,2 por ciento en cantidades físicas y los precios crecieron 23,5 por ciento. De enero a abril los precios habían aumentado 17,7 por ciento, por lo cual en mayo el salto puro es de 5,8 por ciento, lo cual guarda relación con la tasa de inflación difundida del 4 por ciento.
Resultó llamativo el tratamiento del Indec de la parte de su encuesta que consideraba las expectativas empresarias para el mes de junio. Debido al nivel de incertidumbre y al constante aumento de los precios, el Indec “consideró apropiado suspender el cálculo de las expectativas de las ventas correspondientes al mes de junio”.
En los shoppings también se detectó un menor nivel de ventas con relación a mayo de 2001, aunque se observó un crecimiento respecto a abril de 2002. La explicación no fue que los argentinos comienzan a reactivar sus compras de indumentaria, sino a la presencia de turistas extranjeros que aprovecharon la mejora de precios relativos. La facturación de mayo alcanzó los 115,1 millones de pesos, esto es una disminución de 11,7 por ciento con relación a mayo del año pasado y un alza de 6,7 por ciento respecto al mes precedente. La medición interanual muestra una desaceleración en la caída, puesto que en abril esa comparación había arrojado un saldo negativo del 21,7 por ciento. En el acumulado de los primeros cinco meses del año los shoppings muestran una caída interanual en sus ventas del 22,7 por ciento.
Un relevamiento de las consultora de mercado ACNielsen –que incluyó además de supermercados; autoservicios, almacenes, kioscos, minimercados, perfumerías, farmacias y negocios de cosmética y limpieza de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires– mostró que el consumo de la canasta básica de alimentos y productos de higiene cayó en el bimestre abril-mayo un 13,2 por ciento respecto del mismo bimestre de 2001.
De acuerdo a la consultora, los consumidores respondieron a la escalada de precios “ajustando la demanda de productos”. “La preocupación básica del consumidor hoy está dada por la optimización de sus medios económicos, lo cual lo conduce a elegir pensando cómo hacer rendir mejor su dinero, justamente la situación actual lo lleva a tener que consumir menos que antes, pero gastando más”, indicó ACNielsen. El aumento del gasto se refleja en una facturación superior en 13,4 por ciento respecto al mismo bimestre del año anterior.
Debido a que el consumidor cuenta con recursos monetarios en igual o menor medida a períodos anteriores, este aumento en la facturación se da inexorablemente como resultado de un ajuste en otros gastos.
Donde más decidió aumentar su gasto el consumidor es en los alimentos básicos. En este rubro, se destinó un 40 por ciento más de gasto, aunque aún de este modo las cantidades consumidas cayeron un 3,6 por ciento. Los supermercados tuvieron la única excepción del período, ya que mostraron unaumento en el consumo de alimentos básicos de un 3,6 por ciento. Este canal maneja el 50 por ciento de la demanda en estos productos. En el caso de los alimentos no básicos, el consumo se retrajo 16,3 por ciento y la facturación aumentó 12,5 por ciento.
El dato saliente de este análisis, entonces, es que en rubros como alimentos básicos, que hasta ahora mantenían o aumentaban su consumo, en este período verificaron una retracción.