Los mercados financieros internacionales vivieron ayer otra jornada negra propia de un martes 13. En Wall Street, el índice Dow Jones cayó 0,8 por ciento y de ese modo terminó perdiendo todas las ganancias acumuladas en el año. La Bolsa de Tokio tuvo su mayor baja desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 al derrumbarse 4,14 por ciento. En París, Zurich y Madrid las pérdidas fueron mayores al dos por ciento. Lo mismo sucedió en Latinoamérica donde cayeron las bolsas de San Pablo (-2,1), México (-2,0), Colombia (-8,7) y Chile (-4,4). En el país, el índice MerVal también bajó, pero sólo uno por ciento debido a la reacción de Tenaris que trepó 3,7 por ciento luego de anunciar la compra de la siderúrgica estadounidense Maverick.

Los principales analistas identifican como una de las causas del derrumbe el nerviosismo que genera en los operadores financieros la posible suba de la tasa de interés en los Estados Unidos, prevista para el 28 y 29 de este mes, cuando vuelvan a reunirse las autoridades de la Reserva Federal norteamericana. Ayer se supo que la suba de los precios mayoristas en ese país en mayo fue de 0,2 por ciento, pero los precios de base, que excluyen alimentos y energía, crecieron 0,3 por ciento, más de lo que esperaban los mercados. Esos datos generan preocupación porque el titular de la Fed, Ben Bernanke, anticipó que tomará en cuenta los indicadores que se vayan conociendo en estos días antes de decidir si aumenta la tasa de interés para frenar la incipiente inflación. El temor a una nueva suba está provocando una salida acelerada de capitales de los países emergentes.

Argentina, en cambio, parece permanecer al margen de la inestabilidad. Ayer el Banco Central se vio obligado a comprar 71,5 millones de dólares para mantener el precio de la divisa en 3,10, en un mercado alimentado por las liquidaciones del sector exportador y con pocos compradores. En mayo las reservas internacionales aumentaron 1762 millones de dólares y llegaron a 24.162 millones, recuperando el 60 por ciento de lo que se empleó para pagarle al FMI en diciembre.