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Una corrida muy Velox para Peirano
El Directorio del Banco Central analizaba anoche la suerte del Banco Velox, propiedad de la familia Peirano. La entidad financiera sufrió una corrida durante esta semana, después de que bancos que los Peirano poseen en Uruguay y Paraguay fueron suspendidos por la autoridad monetaria de cada país. Anoche, un fiscal paraguayo libró una orden de captura internacional de Juan y José Peirano, directores del Grupo Velox, por los manejos financieros en su controlado Banco Alemán de Asunción.
Las intervenciones sobre el paraguayo Banco Alemán y el uruguayo Banco Montevideo-Caja Obrera, ambos del Grupo Velox, provocaron una aceleración de la fuga de depósitos en las 18 sucursales que la entidad posee en la Argentina. Altas fuentes del BC señalaron a Página/12 que el acuerdo con los Peirano incluía un aporte de capital de 20 millones de pesos. A cambio, el Central inyectaría liquidez por un monto equivalente. La cuestión es que, hasta anoche, el Velox no había cumplido con la capitalización prometida. Dada la corrida, ayer la entidad habría quedado con un desequilibrio de 4 millones de pesos en la caja compensadora.
En lo que va de la semana, desde que se intervinieron sus controladas en los países vecinos, el Velox perdió alrededor de 12 millones de pesos. Un monto considerable si se tiene en cuenta que al 31 de diciembre último, después del primer mes del corralito que aceleró el colapso del sistema, el banco retenía depósitos por 176 millones. “Si hay inconvenientes con la situación judicial de los Peirano podría complicarse el auxilio al banco”, reseñó una alta fuente del Central a este diario.
A principios de esta semana, el Grupo Velox confirmó mediante un comunicado su “vocación” de permanecer en el negocio bancario. Atribuyeron los problemas en Uruguay y Paraguay a la “volatilidad” económica de la región y apelaban a la tranquilidad de los inversores informando que durante el 2002 llevaban devueltos 700 millones de dólares en depósitos. Mientras en los socios del Mercosur se cruzan acusaciones sobre los culpables de la crisis en los bancos del grupo Velox, en Paraguay negaron la implementación de un corralito por la crisis en el Banco Alemán.
Más allá de la resolución que finalmente tome el BCRA en el caso Velox, lo cierto es que la crisis del sistema financiero parece acelerarse. Después del anuncio del canadiense Scotiabank y del grupo francés Crédit Agricole de que abandonan sus negocios en la Argentina, el belga BEAL –una entidad mayorista– admitió que también se irá en las próximas semanas.
Aun después de la renuncia de Mario Blejer, la opinión mayoritaria en el Directorio del Banco Central considera que debe evitarse el cierre de bancos a pesar de que técnicamente se encuentren quebrados. Y prevalece la idea de que las entidades de capitales nacionales, como el Velox, deben no sólo mantenerse en pie sino expandirse en la medida de lo posible. Por ese motivo, en el BC son partidarios de que bancos como el Hipotecario o el Credicoop avancen sobre los extranjeros que dejen la Argentina.