El Gobierno autorizó ayer un aumento de 20 por ciento en las tarifas aéreas para los vuelos de cabotaje. Se aplicarán dos subas escalonadas de 10 por ciento, la primera vigente a partir de hoy y la siguiente dentro de 30 días, respetando el esquema de banda de precios vigente. Además, se decidió subsidiar a las compañías que operan en el sector en la compra de combustible y prorrogar el “Estado de Emergencia del Transporte Aerocomercial” que les otorga exenciones del IVA para la compra de aeronaves y combustible, las exime de contratar seguros aerocomerciales en el país y les permite utilizar los saldos técnicos del IVA que posean para pagar cualquier otro impuesto de carácter nacional o abonar sus aportes al sistema de seguridad social. Por esos aumentos, ayer hubo en algunos casos dificultad para comprar boletos, puestos que las compañías especularon con el ajuste.

El paquete de beneficios figura en el decreto 1012 publicado ayer en el Boletín Oficial. En los considerandos de la norma se justifican el aumento de tarifas, el subsidio y las exenciones impositivas debido a “la restricción crediticia general que impide el financiamiento de la actividad, el incremento del precio del tipo de combustible utilizado, el aumento en los costos de los seguros, la incidencia directa de los costos de leasing ante la imposibilidad de adquirir por compra el parque aéreo, el incremento del precio de los repuestos y los costos que para las empresas representa el sistema tributario vigente”. En el decreto se destaca que esos problemas que ponen al sector en “estado de emergencia” no sólo se deben a la crisis económica que atravesó el país sino también al impacto que generó en los costos el atentado a las Torres Gemelas en septiembre de 2001 y a “los huracanes Katrina y Wilma”.

El defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, aseguró ayer que “lo destacable de este conjunto de beneficios que reciben las empresas de aeronavegación es que se desconoce la estructura real de costos de las empresas y a, partir de allí, cuál es la tarifa razonable del pasaje. Esa información resulta imprescindible para conocer si las ventajas impositivas son justas y necesarias, y cuáles serán los parámetros del secretario de Transporte para aplicar el subsidio al combustible”.

El Gobierno le había prometido a Aerolíneas Argentinas (empresa que concentra el 80 por ciento del mercado), un aumento de tarifas en noviembre de 2005 para ayudar a destrabar el conflicto surgido entre la empresa y sus trabajadores que derivó en una huelga de 9 días en reclamo de aumento salarial. Sin embargo, la mala relación con el ex presidente de la compañía Antonio Mata, llevó a Néstor Kirchner a congelar el aumento durante varios meses. La semana pasada Kirchner recibió en su despacho a los directivos españoles Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, quienes oficializaron la salida de Mata de Air Comet, la empresa tenedora de las acciones de Intervest, que a su vez es dueña de Aerolíneas. En el encuentro los directivos detallaron la puesta en marcha de un plan de inversiones para la incorporación de aeronaves y la ampliación de la cobertura en rutas rentables y no rentables. Lo que se conoció ayer es la contraparte oficial que alentó al grupo empresario a realizar sus anuncios.

Ahora queda por definir la aprobación de los balances de la compañía, que habían sido impugnados por el Gobierno, y la ampliación de la participación accionaria del Estado. Actualmente sólo posee el 1,4 por ciento de la empresa, pero se prevé que su participación crezca desde un mínimo de 5 a un máximo del 20 por ciento. Para aprobar los balances se espera la culminación de una auditoría externa encargada por Aerolíneas a la consultora Deloitte.